El verano de 2024 fue marcado por una tendencia musical y estética que revolucionó la forma de vivir las vacaciones: el BRAT Summer. Charli XCX, con su sexto álbum de estudio, no solo proporcionó la banda sonora perfecta para miles de personas, sino que también estableció un mood lleno de energía y libertad. En contraste, el verano de 2025 se presenta bajo la influencia de otro álbum que, aunque lanzado en invierno, evoca la calidez y la nostalgia del verano: Debí Tirar Más Fotos de Bad Bunny, un disco que sigue resonando con fuerza en la actualidad.
BRAT: El Verano de la Irreverencia Pop
Lanzado el 7 de junio de 2024, BRAT se convirtió en un símbolo de una revolución estética y sonora. Charli XCX se consolidó como la reina del pop alternativo, fusionando electrónica y actitud punk en un álbum que celebraba la libertad y la fiesta. Este trabajo no solo fue aclamado por la crítica, siendo señalado como el mejor del año por varios medios, sino que también dio origen a un fenómeno cultural: el “BRAT Summer”. La estética del disco, caracterizada por neones verdes, gafas oscuras y crop tops, resonó con una generación que encontró en Charli una voz auténtica y sin filtros.
2025: El Verano de las Fotos que No Tomamos
En 2025, el ambiente musical ha cambiado, y el 5 de enero de este año, Bad Bunny lanzó Debí Tirar Más Fotos, un álbum que explora la nostalgia y la introspección. A pesar de haber sido lanzado hace siete meses, el impacto del disco sigue vigente, especialmente tras el estreno del videoclip de NUEVAYoL, que fue lanzado el 4 de julio, una fecha significativa para la comunidad puertorriqueña. Además, Bad Bunny ha comenzado su residencia en Puerto Rico, donde ha presentado un espectáculo espectacular, lleno de simbolismo y belleza natural.
De la Fiesta al Recuerdo: Dos Veranos, Dos Vibes
Si BRAT representó un verano de fiesta sin límites, Debí Tirar Más Fotos evoca un verano de recuerdos y reflexión. Charli nos enseñó a disfrutar de la vida sin restricciones, mientras que Bad Bunny nos recuerda la importancia de cada momento, incluso aquellos que no logramos capturar. Ambos discos han dejado una huella profunda, pero desde perspectivas muy diferentes: Charli optó por la provocación y la estética digital, mientras que Benito se enfocó en la emoción y la identidad cultural. Así, la música se convierte en el hilo conductor de nuestros recuerdos, recordándonos que, como dice Bad Bunny, debimos tirar más fotos de esos momentos inolvidables.