El 10 de febrero Netflix estrenará Escena del Crimen: Desaparición en el Hotel Cecil, la primera temporada de su nueva docuserie que promete reconstruir los misterios en torno a lugares funestos relacionados con crímenes actuales.

Durante casi un siglo, el Hotel Cecil de Los Ángeles ha sido escenario de un sin fin de crímenes y casos sin resolver desde decenas de suicidios hasta la estancia de asesinos en serie. Pero el caso de la desaparición y muerte de la estudiante universitaria, Elisa Lam, en 2013 es sin duda el más mediático, que ahora llegará a la plataforma de streaming.

Joe Berlinger, director de Conversaciones con asesinos: Las Cintas de Ted Bundy y Paraíso perdido: Los asesinatos de los niños de Bobin Hood Hill, será el encargado de aproximarse a este crimen donde las teorías conspiranoicas de internet que se mezclan con supuestos fenómenos paranormales.

El Caso de Elisa Lam

La estudiante canadiense, llegó el 26 de enero de 2013 a la ciudad de Los Ángeles después de visitar San Diego, su intención era permanecer un par de días y abandonar el hotel al finalizar el mes. La joven tenía una relación fluida con su padre, con quien hablaba todos los días, de manera que cuando no recibió la llamada de su hija, denunció la desaparición.

Días después, la policía reveló un video de cuatro minutos grabado el 31 de enero en uno de los elevadores del hotel, en él se ve a la joven visiblemente alterada entrar y salir del asesor una y otra vez; mientras habla y gesticula con alguien que no aparece en el pasillo. Dando la impresión de que utiliza el ascensor para esconderse.

Después de que el video saliera a luz, se descubrió que Elisa había sido diagnosticada con trastorno bipolar y depresión; lo que “explicaría” su actitud en el ascensor, sin embargo, familiares y amigos dijeron que nunca se había comportado de esa manera.

El 19 de febrero de 2013, Santiago López, empleado de mantenimiento del hotel descubrió el cadáver en los tanques del agua, después de que varios huéspedes se quejaron de problemas en el suministro y la presión de agua; incluso mencionan que el agua sabía rara y tenía un color café.

El cuerpo de la joven apareció desnuda junto con sus objetos personales flotando junto a ella. Las investigaciones no lograron resolver cómo sucedió que Elisa llegará a la azotea, ya que los trabajadores explicaban que sólo ellos podían abrir las puertas con llaves y códigos de accesos.

La forma en que apareció Elisa y las pocas respuestas que dio la autopsia, alimentaron aún más las teorías, muchos apuestan a un fenómeno paranormal a partir del misterio que rodea al hotel.

JM

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