Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX comentó la reciente noticia de National Geographic que abordaba a cachorros de hiena infectados por toxoplasmosis y su tendencia a retar leones; las hienas contagiadas morían antes que las que no lo estaban por su comportamiento embravecido.
BBVA

“La toxoplasmosis infecta a las ratas, luego a los gatos y después a los humanos que hacen videos de gatos”, escribió Musk en su cuenta de Twitter, agregando que se entrena a la IA con “videos de gatos de Internet” para que alcance niveles de inteligencia superhumana, convirtiendo así a la toxoplasmosis “en el verdadero árbitro de nuestro destino”.

Este parásito se aloja en animales y está asociado con la pérdida de miedo; es por eso que cuando las ratas infectadas ven algún gato merodeando, no dudan en retarlo, sin embargo, acaban en el estómago del felino.

Los humanos podemos ser contagiados a través de alimentos infectados o por la exposición a las heces de los gatos y si bien, no hay estudios firmes que abalen que el comportamiento humano se ve afectado por la toxoplasmosis, sí hay estudios que indican que quienes están infectados pueden demostrar una conducta más agresiva, además un estudio realizado en República checa y con ayuda turca, vincularon la presencia ‘Toxoplasma gondii’ en el cuerpo humano con una mayor probabilidad de sufrir accidentes automovilísticos.

Pues bien, el apunte de Elon Musk nos indicaría que quizás el parásito alojado en el humano podría generar en nosotros comportamientos temerarios que nos hacen dejar de temer a nuestro depredador: la Inteligencia Artificial.

SA.

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