Este sábado Conor McGregor sufrió una fractura en la pierna en otra aplastante derrota ante Dustin Poirier en el T-Mobile Arena en Las Vegas. La pelea fue detenida por los médicos al final del primer asalto.
Cuando un primer y emocionante round de cinco minutos llegó a su fin, ambos luchadores todavía estaban tratando de aterrizar cuando McGregor tropezó hacia atrás, atrapó su pie debajo de sí mismo y se rompió la pierna.
Los médicos fueron llamados inmediatamente al octágono y quedó claro que McGregor no podía continuar, lo que provocó que el árbitro Herb Dean detuviera el combate siguiendo las instrucciones del médico.
Al ser entrevistado en el octágono con la pierna enyesada, McGregor se enfureció por su desgracia y dijo: Le estaba quitando la cabeza, pateando la pierna. Esto no ha terminado, si tengo que llevar esto afuera con él, está afuera.
Aunque Poirier estaba peleando en su propio terreno, su entrada fue recibida con abucheos de gran parte de la multitud que estaba allí para apoyar a McGregor, y no hubo un choque amistoso de guantes antes de que comenzara la pelea.
McGregor salió rápido, cambiando entre patadas altas y bajas y bailando dentro y fuera del alcance mientras ambos luchadores mantenían un ritmo furioso.
El peleador irlandés intentó un estrangulamiento de guillotina cuando la pelea se fue a la lona con Poirier en la primera posición, y cuando escapó del estrangulamiento lanzó una lluvia de golpes y codos atronadores sobre McGregor.
Aunque McGregor devolvió el golpe, Poirier parecía listo para terminar la pelea antes de interrumpir abruptamente su ataque en los últimos segundos del asalto.
Cuando McGregor se balanceó y trató de retroceder, su juego de pies lo desequilibró, atrapó su pie debajo de sí mismo y se rompió la pierna.
Lo fracturé en uno de los choques al comienzo de la pelea, dijo Poirier en una entrevista posterior a la pelea.
Esto significa la tercera derrota de McGregor en sus últimas cuatro peleas en la Ultimate Fighting Championship (UFC).
SF