La Doble Moral Del Tlatoani No. 9
Marcelo Ebrard muestra sus intenciones para postularse como candidato a la presidencia para las elecciones del 2024 con apoyo del presidente. ¿Qué tan cínico debes ser para creer que los mexicanos olvidaremos quién fue el responsable de una tragedia que dejó 26 muertos?
El pasado martes 13 de julio el secretario de relaciones exteriores de México, Marcelo Ebrard, agradeció al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por considerarlo como posible candidato a la presidencia por parte de Morena para las próximas elecciones del 2024.
Del 2006 al 2012 Marcelo Ebrard fue jefe de gobierno del Distrito Federal (ahora Ciudad de México), durante su administración fue el responsable de la gestión de la línea 12 del metro, mismo que colapsó el pasado 3 de mayo por fallas de construcción.
Se tiene que actuar con responsabilidad, afirma el presidente. Sin embargo, ¿proponer al responsable del desplome del metro como candidato se llama actuar con responsabilidad?, y no solo lo propone, también lo protege, lo mantiene impune de la trágica situación.
Lo grave no es la apresurada revelación de candidatos, lo verdaderamente preocupante es el perfil de estos. Ebrard no debería ni seguir en el gobierno; si piensa gobernar como administra la construcción de la Línea 12, mejor que se vaya del país. No solo le debe una disculpa a todos los mexicanos, debe justicia, asuma las consecuencias de sus actos sin la protección del presidente.
El gobierno de AMLO evade el presente porque no sabe cómo ser presidente, prefiere refugiarse en el pasado culpando en cada oportunidad a pasadas administraciones o evadir la realidad halando del futuro con las próximas elecciones, destapando posibles candidatos, sin siquiera llegar a la mitad del sexenio.
Andrés Manuel asegura encabezar un gobierno que no permite la impunidad, mientras tanto, a Marcelo Ebrard no se le investiga; sus hermanos, Pio y Martin López Obrador, reciben dinero ilícito, y su prima, Felipa Obrador, recibe contratos millonarios de PEMEX. Un gobierno de palabras frágiles y acciones nulas.
Mantenerse cerca del presidente brinda ciertos beneficios, impunidad principalmente. Ebrard seguirá al cobijo de Obrador, como un sinvergüenza, viendo de frente a millones de mexicanos a los que les falló. Si logra llegar como candidato al 2024, que no espere ni una oportunidad.
SF