Durante las fiestas patrias en México hay canciones imprescindibles y que se han convertido en clásicos, una de estas es La Bikina.

Al escuchar con frecuencia este tema, seguro te has preguntado quién fue La Bikina, y para responder, existen dos versiones al respecto.

La leyenda de La Bikina

Como toda leyenda, esta historia no tiene registro alguno, pero, cuenta que a inicios del siglo XX, durante el enfrentamiento del gobierno  y los Cristeros, movimiento armado que combatió la política laica del presidente Plutarco Elías Calles, un campesino encontró a una recién nacida abandonada en medio de una lluvia y la rescató. La llevó hasta su casa, su mujer recién había sido madre y la cuidó y amamantó.

Al pasar del tiempo, y a pesar del cariño que le tenían, les fue imposible continuar criando a la niña, y tuvieron que confiarla a un convento para que continuaran cuidándola.

Así, la niña crecía al mismo tiempo que los problemas entre la iglesia y el estado, y en una ocasión, un pelotón del ejército irrumpió en el convento y acabaron con todo a su paso, incluyendo la vida de la madre superiora. En seguida, la niña era víctima de abusos por parte del ejército, hasta que el capitán Humberto Ruiz la tomó y la sacó del lugar.

El capitán cuidó de ella durante días y la atendió servicial y respetuosamente para que se recuperara. Sin embargo, pasó poco tiempo más para que despareciera y la dejara sola. Ella vagó triste y sin habla por los caminos, trabajó en tareas domésticas, no sonreía y no dejaba que nadie se acercara a ella.

Después de unos años, finalmente se reencontraron ella y el capitán, que sin mayor acción, aceptaron unir sus vidas para siempre. Esa noche fue de amor, y al amanecer lo abandonó, y se perdió para siempre en el firmamento.

A esta mujer la gente la conocía como La Bikina, e inspiraría más tarde al mexicano Rubén Fuentes para escribir la emblemática canción.

La verdadera Bikina

Aunque la leyenda es preciosa y nos encanta creer que así sucedieron las cosas, en realidad Rubén Fuentes ha afirmado que esta canción nació en el verano de 1964, cuando caminaba por la playa con su hijo, quien al observar a una mujer en traje de baño le pregunta a su papá qué es la ropa que llevaban: “un bikini”.

Así, el niño dejó volar su imaginación y comentó que como era una mujer, debería llamarse “Bikina”. A Rubén le pareció gracioso y se quedó mirando el paso presuroso de la dama, para que al momento, la letra de la canción fuera tomando forma en su cabeza.

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