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Titulo: Número cero
Autor: Umberto Eco
Editorial: Lumen
Número de páginas: 135
Edición digital: abril 2015

“… ¿quién se lee los libros que reseñan los periódicos? No suele hacerlo ni quien hace la reseña; y demos gracias a Dios si el autor se ha leído su libro porque, la verdad, ante ciertos libros se diría que no lo ha hecho”.

Umberto Eco, nacido en Alessandria en 1932, era un intelectual italiano de renombre internacional, cuya obra es fundamental para entender la historia del siglo XX y de nuestros días. Sus ensayos son textos de consulta obligada en las universidades de todo el mundo. Hace más de treinta años hizo su entrada triunfal en el mundo de la ficción con El nombre de la rosa, novela que lo convirtió en un autor apreciado no solo por la crítica, sino también por el gran público. Número Cero, su última novela aborda un lado más crítico y obscuro del periodismo.

“Los perdedores y los autodidactas siempre saben mucho más que los ganadores. Si quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo objetivo, y más te vale no perder el tiempo en saber más: el placer de la erudición está reservado a los perdedores.”

La trama principal va de algo sencillo: el Commendatore es un millonario que contrata a un director, Simei, para que haga un diario. El director contrata al protagonista, Colonna, quien oficia como jefe de redacción de un grupo integrado por otros cuatro periodistas de dudosa experiencia. Lo peculiar aquí es que, aunque se trata de un diario, durante el primer año los periodistas se dedicarán a realizar cada mes una edición cero, que no circule y que muestre cómo será el periódico cuando sea público. Las ediciones anticipadas del nuevo periódico indagarían en archivos que hablan de los secretos ocultos de la CIA, del Vaticano y de la vida de
Mussolini. Lo que los periodistas no saben, pero Colonna y Simei sí, es que en realidad el periódico jamás circulará. Las ediciones cero deben servirle a el Commendatore para mostrarle a gente con cargos que él puede tener mucho poder y que su silencio es la moneda de cambio para comprar otros beneficios en el mundo empresarial en el que se vive.

Número Cero es una novela de múltiples lecturas, que, a pesar de ser relativamente corta, cuenta varias historias a la vez: un drama policíaco, la narrativa laboral, un poco de romance y esas grandes conspiraciones que enganchan al lector. La obra situada en Italia muestra el momento socio-político en el que está ambientada de forma concreta y aterrizada a través de los eventos que el diario planea retratar. Una historia muy lineal que divide los capítulos de manera que provoca poco interés al utilizar fechas, que me parece debe tener relación con el tema principal que son los periódicos, divididos por números y fechas, que para personas ajenas a la rama debe pasar desapercibido. Con muchas páginas llenas de nombres, fechas y datos de poco interés para quienes no estamos familiarizados con las minucias de la política de Milán o de Italia puede resultar una lectura pesada, sobre todo la parte donde se desarrollan las deducciones o teorías a cargo de los periodistas, que una vez pasado vuelve a retomar el ritmo, seguramente para alguien con mayor
entendimiento de esta información debe ser algo sencillo.

Umberto Eco hace una reflexión ética necesaria sobre la corrupción con la que se trabaja en algunas salas de redacción, que atienden al interés particular del dueño por encima del interés general de la ciudadanía, vulnerando su derecho a recibir información de calidad por su falta de seriedad. El libro denuncia los múltiples y dañinos vicios en los que ha ido adentrándose esta profesión.

La novela que cuenta los hechos sucedidos en 1992 no se despega de la ficción, jugando a su favor para ser más directo al lector, que, aunque tiene varios tecnicismos y jerga europea que puede confundir a algunos, no hace que se pierda el hilo conductor. Sin ser una gran obra que envuelve en una atmósfera simbólica,
plantea las inconformidades propias del autor, empujando al lector a formarse un juicio y criterio ante las noticias, no solo en papel, también en las pantallas y radio, “…el caso es que los periódicos no están hechos para difundir sino para encubrir noticias.”

El libro es una lectura obligada para estudiantes de periodismo, incluso para personas ya con formación en comunicación y puestos afín. Puede ser entretenido para personas de cualquier índole que busquen un momento de reflexión y entretenimiento. De forma irónica, el libro se forma como un manual de un mal periodismo, de cómo no hacer las cosas, da consejos sobre cómo atraer un público y la atención, pero con las consecuencias que esto implica. Quizá de manera exagerada muestra lo malo, pero exagerando es como atrae a la gente.

“—Los periódicos enseñan a la gente cómo debe pensar. —Pero los periódicos ¿siguen las tendencias de la gente o las crean? —Ambas cosas. La gente al principio no sabe qué tendencia tiene, luego nosotros se lo decimos y entonces la gente se da cuenta de que la tiene”.

SF

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