Explorando el género de películas independientes en Nueva York: “What Doesn’t Float”

Desde hace mucho tiempo, la ciudad de Nueva York ha sido el epicentro de cine independiente en Estados Unidos. En estas películas, es común encontrar escenas donde un niño sabio más allá de su edad entabla una relación con un hombre desaliñado en la calle que sabe mucho sobre la vida. Esta escena típica destaca todo lo que los cineastas encuentran inspirador en Nueva York: el estilo de vida de “comer o ser comido” obliga a todos a madurar y convertirse en filósofos, pero la densidad urbana también fomenta la interacción y la percepción de los demás como seres humanos. Además, es una señal segura de que estás viendo una película ambientada en Nueva York, un género que abarca solo un pequeño porcentaje de las películas que se desarrollan en esta ciudad.

La iconografía de directores como Woody Allen y Martin Scorsese ha permeado tanto la cultura que se ha convertido en un rito de iniciación para ciertos cineastas recrear la versión cinematográfica de la ciudad en la que crecieron. Los debates intelectuales sobre neurosis románticas que ocurren mientras se pasea por el Upper West Side probablemente no suceden con tanta frecuencia como creemos, pero se han convertido en un género cinematográfico en sí mismos.

“What Doesn’t Float”: una mirada íntima a la vida en Nueva York

La última adición al género de antologías independientes ambientadas en Nueva York es “What Doesn’t Float”, el debut como director de Luca Balser (producido por Pauline Chalamet). Esta película cuenta las historias interconectadas de una amplia gama de neoyorquinos que se sienten al límite debido a circunstancias fuera de su control. Las historias son breves pero intensas, desde una joven que sigue su instinto y retira su consentimiento después de subirse a una motocicleta con un chico malo encantador, hasta un lavacoches independiente que ya no puede levantar su propio cubo y un trabajador del muelle que se niega a enfrentar su deterioro físico.

A pesar de las influencias evidentes en “What Doesn’t Float”, la película se destaca por encima de la competencia de presupuesto reducido. Balser y su equipo evitan la cinematografía inestable y poco pulida que se esperaría de una película improvisada, optando por un aspecto más elegante que otorga a las luchas de los personajes el estilo cinematográfico que se merecen. Además, el guion de Shauna Fitzgerald, estructurado como un episodio fluido de “Mr. Show”, permite una transición sin problemas entre los personajes secundarios de cada viñeta.

Una mezcla de aciertos y desaciertos en “What Doesn’t Float”

Aunque “What Doesn’t Float” tiene un enfoque visualmente atractivo y una duración adecuada, no está exenta de algunos clichés típicos del cine independiente. En ocasiones, Balser y Fitzgerald caen en excesos estilísticos que podrían haberse evitado. A pesar de esto, la película sigue siendo interesante y entretenida.

El verdadero valor de “What Doesn’t Float” radica en su capacidad para capturar la vida humana de una manera fascinante y presentarla en la pantalla. Aunque no reinventa la rueda, la película logra justificar su existencia sin hacerse pesada. Es un recordatorio de que la vida humana sigue siendo un tema fascinante y que documentar fragmentos de ella en el cine sigue siendo un verdadero milagro.

Grade: B-

Circle Collective estrenará “What Doesn’t Float” en cines seleccionados el viernes 22 de septiembre.

Disfruta del trailer de “What Doesn’t Float”

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