Los libros siempre han sido considerados superiores a sus adaptaciones cinematográficas, y esto se debe en gran parte a que las mejores adaptaciones logran encontrar algo nuevo y cinematográfico en su material de origen. Sin embargo, en ocasiones estas adaptaciones son tan fieles al texto original que el resultado final se siente redundante o como un intento desesperado de obtener ganancias. Esto ha sucedido tanto en la gran pantalla como en la televisión.

“The Woman in the Window” y “Deep Water”: adaptaciones fallidas

Un claro ejemplo de esto es la película “The Woman in the Window”, dirigida por Joe Wright y estrenada en Netflix en 2020. La película sufrió numerosos problemas durante su producción, desde proyecciones de prueba desfavorables hasta reescrituras y regrabaciones, y finalmente fue transferida a la plataforma de streaming después de que la productora original, Fox 2000, cerrara. El resultado fue una película desastroza que no logró cumplir con las expectativas. Otro ejemplo es “Deep Water”, una adaptación de una novela de Patricia Highsmith que fue lanzada en Hulu y recibió duras críticas debido a su trama incomprensible y decisiones narrativas cuestionables.

Descontento de los autores con las adaptaciones televisivas

En el ámbito televisivo, también ha habido descontento por parte de los autores. George R.R. Martin expresó su decepción con el final de la serie “Game of Thrones” de HBO y prometió que sus libros subsiguientes corregirían los errores. Por su parte, Margaret Atwood ha dejado claro que no tiene control sobre la serie “The Handmaid’s Tale” de Hulu y ha manifestado su desacuerdo con algunas decisiones narrativas. Estos desacuerdos han llevado a los autores a distanciarse de las adaptaciones y a recordar a los fans que no tienen control sobre el resultado final.

Adaptaciones controvertidas y desaprobadas por los autores

En esta época en la que abundan las adaptaciones literarias arriesgadas y con posibilidades de fracaso, es interesante recordar algunas de las adaptaciones más controvertidas y desaprobadas por los autores. A continuación, presentamos algunos ejemplos:

“Cool Hand Luke” (1967): La icónica frase “What we’ve got here is failure to communicate” no aparece en la novela original de Donn Pearce. El autor criticó los cambios realizados en el guion y expresó su descontento con la elección de Paul Newman para interpretar al personaje principal.

“V for Vendetta” (2006): Alan Moore, el autor del cómic original, rechazó la adaptación cinematográfica debido a los cambios que se realizaron en el guion, los cuales alejaban la historia de su crítica política original.

“I Know What You Did Last Summer” (1997): La película se basa muy poco en la novela original de Lois Duncan y se centra más en los elementos de terror, lo cual indignó a la autora, quien había perdido a su hija en circunstancias similares.

“The NeverEnding Story” (1984): El autor Michael Ende se opuso a numerosos cambios realizados en la adaptación cinematográfica, especialmente al final de la historia, y solicitó que su nombre fuera eliminado de los créditos.

“A Wrinkle in Time” (2003): Aunque la autora Madeleine L’Engle no vivió para ver la adaptación cinematográfica de su libro, expresó su descontento con la adaptación televisiva de 2003.

Estos ejemplos demuestran que adaptar libros al cine no siempre es una tarea fácil y puede generar controversias y descontento por parte de los autores. Sin embargo, también existen adaptaciones exitosas que logran capturar la esencia de la obra original y deleitar tanto a los fans como a los críticos.

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