En el nuevo documental de Netflix “Sly”, Sylvester Stallone reflexiona sobre un momento en su carrera en el que sintió que había perdido el rumbo, básicamente, un período raro en el que no estaba haciendo películas de “Rocky” o “Rambo”. Según Stallone, tomar un descanso de sus dos papeles emblemáticos fue un error, corregido solo cuando escribió y dirigió “Rocky Balboa” en 2006 y lo siguió con un nuevo “Rambo” dos años después. El director de “Sly”, Thom Zimny, parece aceptar más o menos esta versión de la historia del cine, y si la única medida de valor es la taquilla, la idea tiene cierta validez; no se puede discutir el hecho de que cada vez que Stallone se alejaba demasiado de sus franquicias (después de “Rocky” y “Rambo” logró encontrar otra con la serie “Los Mercenarios”), el público tendía a mantenerse alejado. Zimny ni siquiera necesita dedicar mucho tiempo a esta sección de la carrera de Stallone para hacer el punto, simplemente dedica unos minutos a la farsa de gángsters de 1991 “Oscar” y la utiliza como un resumen de desastre cinematográfico. Sin embargo, hay un solo problema: “Oscar” es una gran película y Stallone da una de sus mejores actuaciones en ella.

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