En el 2004, cuando Kany García comenzaba a visibilizar su talento en aquel reality show de canto llamado Objetivo Fama, nadie imaginó que hoy, veinte años después, aquella joven toabajeña llena de sueños e ilusiones -como todos los que competían- se convertiría en la estrella musical que es hoy. Después de todo, con una salida temprana y abrupta de dicha competencia como consecuencia de un accidente de tránsito, y lo cuesta arriba que puede ser labrar una carrera musical, incluso para las personas que lograron alzarse con la victoria en las seis temporadas que duró el certamen, ¿quién lo hubiera previsto? Probablemente ni la propia Kany.

Pero hoy, veinte años después, con un estilo único e inigualable cultivado a lo largo de su trayectoria, una energía y dominio escénico espectacular, y una marcada conexión con su público, la cantautora puertorriqueña demostró que es profeta en su propia tierra. En su primera función de su serie de conciertos, Te lo agradezco, celebrada la noche del viernes en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, quedó claro que su público la adora como artista y la respeta como persona que utiliza su voz no solo para cantar, también para educar, concienciar y defender derechos humanos y civiles.

A tales efectos la consagrada artista no vaciló un segundo para denunciar la ola de casos de violencia de género y feminicidios que se reportan en el país con frecuencia pasmosa, para expresar su solidaridad con la comunidad LGBTTIQ+ y para pedir un currículo con perspectiva de género en el sistema educativo del país.

A eso de las 9:30 de la noche, con guitarra en mano, la ganadora de múltiples premios Latin Grammy salió al escenario para interpretar, Fuera de servicio, un tema que fue lanzado a mediados del año pasado. Le siguieron los éxitos Mi plan de vida y Soy yo para posteriormente dar paso al primer invitado de la noche, el también cantautor y compatriota, Tommy Torres, para interpretar a dueto Quédate, del álbum Contra el viento.

“Esto es la gloria, esto es otra cosa”, expresó la artista agradecida por la acogida de los espectadores para de inmediato dar paso a Bailemos un blues, tema que García aprovechó para lanzar su primer mensaje de conciencia social en solidaridad con la comunidad LGBTTIQ+. “Esta noche bailamos y seguimos bailando mi comunidad, en especial a la gente trans, la gente no binarie, la gente queer que tienen [la vida] más complicada. Bailamos esta noche, y vamos a seguir bailando y vamos a seguir incomodando, porque merecemos existir, porque tenemos los mismo derechos”, sentenció.

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