El Volcán Popocatépetl, también conocido como Don Goyo, tiene una relación especial y profunda con las comunidades cercanas, especialmente con los habitantes de Santiago Xalitzintla, en Puebla.
Santiago Xalitzintla: Un vínculo ancestral con el Popocatépetl
Santiago Xalitzintla, el asentamiento más cercano al volcán, juega un papel importante en la preservación y práctica de antiguas tradiciones relacionadas con el culto a esta majestuosa montaña. Ubicado en el municipio de San Nicolás de los Ranchos, Santiago Xalitzintla se sitúa como la última frontera de civilización antes de ceder terreno al dominio del Popocatépetl, un volcán que es un pilar geográfico, espiritual y cultural para las comunidades de Puebla, Morelos y el Estado de México.
La leyenda de Gregorio Chino Popocatépetl
La conexión entre la comunidad y el volcán se basa en una antigua leyenda que narra el encuentro de un hombre llamado Antonio con Gregorio Chino Popocatépetl, un personaje mítico que prometió aparecer ante los habitantes para advertirles sobre las erupciones del volcán. Esta historia ha dado lugar a una tradición en la que se elige a un “tempero”, una figura encargada de comunicarse con Don Goyo e interpretar los signos del volcán para informar y proteger a la comunidad.
Honrando a Don Goyo: Una tradición viva
Cada año, el 12 de marzo se convierte en una fecha de gran significado para los habitantes de la región, quienes se reúnen para ofrecer a Don Goyo ofrendas compuestas por flores, alimentos, oraciones y música. Este ritual, realizado cerca del cráter, busca honrar y apaciguar al espíritu del volcán, uniendo a la comunidad en una demostración de respeto y devoción.
Monitoreo constante: Una colaboración entre la comunidad y las autoridades
La comunidad está consciente de la importancia de mantenerse alerta ante la actividad del volcán, trabajando de la mano con científicos y autoridades que monitorean constantemente el Popocatépetl con tecnología avanzada. Esta colaboración asegura que cualquier indicio de actividad volcánica sea detectado y comunicado rápidamente, garantizando la seguridad de todos. El Popocatépetl, con sus historias de erupciones y mitos, sigue siendo un símbolo de la naturaleza indomable y de la interdependencia entre la humanidad y el mundo natural.