La sequía en el río Suchiate facilita el cruce de migrantes en México
La falta de lluvias ha llevado a que el nivel del río Suchiate, que separa a México de Centroamérica, se reduzca a la mitad. Esta situación ha sido aprovechada por los migrantes para cruzar sin restricciones, ya que la escasez de agua y la ausencia de agentes fronterizos facilitan su paso.
La ribera del río se muestra desértica y los balseros que solían llevar personas de Guatemala a la ciudad mexicana de Tapachula ahora deben usar costales de arena para mantener la profundidad necesaria para la navegación.
En este lugar, no se encuentra la presencia de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), de la Guardia Nacional (GN) ni de ninguna autoridad que vigile el ingreso de migrantes, según constató EFE en el terreno.
De acuerdo con Vicente Castro, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha informado que el río Suchiate ha perdido casi el 50% de su volumen original debido a la disminución del caudal de los ríos desde 2010. Esta situación facilita el tráfico de personas y mercancías en este río fronterizo.
La crisis del agua y la migración en México
En Chiapas, donde se encuentra Tapachula, más de la mitad del territorio está experimentando sequía, según el Monitor de Sequía de la Conagua. Además, casi el 60% de México se encuentra en condiciones de sequía de moderada a severa. Esta crisis del agua está afectando el fenómeno migratorio en el país, ya que se ha reportado un aumento del 77% en la migración irregular en 2023, con más de 782,000 extranjeros indocumentados detectados.
Rafael Uzcátegui, un migrante venezolano, ha tenido que secar la ropa de su familia junto al río Suchiate utilizando pedazos de madera. Las altas temperaturas y la falta de lugares para dormir y consumir agua los han deshidratado. A pesar de la sequía, Uzcátegui comenta que el cruce del río no es fácil y que existe el temor de que el agua esté contaminada.
Varados en la frontera sur
Según los propios migrantes, alrededor de mil personas cruzan este río a diario. Algunos se quedan en campamentos improvisados, mientras que otros continúan su camino por la carretera, enfrentando temperaturas superiores a los 35 grados. Brayan, un mexicano que vive cerca del río, ha presenciado cómo las personas pueden cruzar caminando. Sin embargo, advierte sobre los peligros de los hoyos excavados en el río, donde una persona puede caerse y ahogarse. José Suárez, otro migrante venezolano, relata que cruzar el río Suchiate en balsa representa un riesgo y que también hay peligro de robos.
Con información de EFE.