El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, admitió este jueves que su Gobierno ha intentado llegar a acuerdos con bandas criminales en la frontera sur del país, que está siendo afectada por la violencia generada por los cárteles de la droga. Durante su conferencia matutina, López Obrador declaró que han buscado evitar actos ilícitos y proteger a la población civil, sin dejarse intimidar por nadie. Además, aseguró que no hay complicidad con ninguna banda criminal y que ha desplegado a la Guardia Nacional para proteger a la población.

El mandatario también respondió preguntas sobre si la Secretaría de Gobernación (Segob) está dialogando con estos grupos en Chiapas, donde los pueblos indígenas han denunciado un ambiente de “guerra civil” causado por el crimen organizado, que los ha obligado a abandonar sus comunidades.

La polémica por el crimen organizado en el sur del país se intensificó después de que se difundieran imágenes el domingo en las que un grupo de encapuchados interceptó a la candidata presidencial del oficialismo, Claudia Sheinbaum, mientras viajaba en su vehículo por carreteras de Chiapas. Los encapuchados, presuntos miembros de un grupo de autodefensas civiles, negaron en un video que esto fuera un “montaje” de la oposición y le pidieron a López Obrador que dijera las cosas como son.

El presidente manifestó que los ciudadanos tienen derecho a expresarse, pero cuestionó por qué se encapuchan si están preocupados por la violencia y la falta de paz. Además, rechazó las acusaciones de la candidata presidencial opositora Xóchitl Gálvez sobre la influencia del crimen en las elecciones, afirmando que las autoridades electorales están haciendo su trabajo y que siempre se utiliza el tema de la violencia o el miedo durante las elecciones.

Con información de EFE

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