El estreno de un musical original en Broadway sorprendió a todos el pasado 14 de abril. Lempicka, la historia de la retratista polaca Tamara de Lempicka, fue creada desde cero por profesionales del teatro, sin adaptar ninguna obra previa. Sin embargo, a pesar de los 13 años de trabajo invertidos en el proyecto, el musical cerró después de solo 41 funciones debido a la falta de público el 19 de mayo.

El peligro de la originalidad en el teatro comercial

El cierre de Lempicka en Broadway refleja un preocupante panorama para el oficio de creador de musicales. La tendencia hacia los jukebox musicals, obras con canciones de grupos conocidos, ha desplazado a los clásicos escritos por dramaturgos y compositores con años de formación. La tradición musical y la colaboración con actores y escenógrafos parecen estar en peligro de extinción en un género que ha dado grandes obras como West Side Story y Los miserables.

Una nueva era para los musicales en Broadway

Ante la crisis de originalidad en Broadway, surge una tercera vía en la que compositores estrellas del pop se aventuran en la creación de musicales casi totalmente originales. Proyectos como El Gran Gatsby de Florence Welch y Romeo y Julieta de Jack Antonoff marcan un cambio radical en el género, donde las manos que llenan los escenarios ya no se nutren de la tradición teatral.

El futuro incierto de los musicales en Broadway

La industria teatral se enfrenta a nuevos desafíos, con precios desorbitados en taquilla y una falta de productores visionarios que arriesguen con propuestas innovadoras. La llegada de estrellas del pop al mundo de los musicales plantea incertidumbres sobre el rumbo que tomará el género en los próximos años. A pesar de todo, el teatro siempre encuentra la manera de sobrevivir y reinventarse.

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