Comunicadora puertorriqueña Keishla Rolón demanda a American Airlines por daños a su silla de ruedas

La comunicadora puertorriqueña y reportera de espectáculos, Keishla Rolón, tomó acciones legales contra la compañía American Airlines, quienes durante un viaje hacia el estado de Texas, Estados Unidos, rompieron su silla de ruedas.

La información fue confirmada por el licenciado Peter Díaz Santiago a Fernan Vélez, conocido como “Nalgorazzi“, en el programa de entretenimiento y farándula “Lo sé Todo” de Wapa Televisión.

Demanda por daños y perjuicios

La periodista presentó una demanda civil por daños y perjuicios contra la entidad ante el Tribunal de Primera Instancia en Carolina. Según el documento, Rolón exige el reemplazo de su silla de ruedas motorizada con posicionamiento, cuyo costo se estima en $55,000.

Además, los daños alegados incluyen angustias, sufrimientos mentales y daños emocionales, los cuales se estiman en una suma no menor de $60,000. Asimismo, Rolón reclama la pérdida de ingresos que sufrió, aproximada en $15,000.

Aparte del daño a la silla, Keishla ha sufrido otros daños (como) angustias mentales, pérdida de ingresos, ha tenido que estar encamada y ha tenido que dejar de usar su vehículo de motor“, detalló el abogado.

Empresa trató el caso como una “pérdida de maletas”

Díaz Santiago precisó que la empresa trabajó el caso de Rolón como una “pérdida de maletas”.

Denuncia por daños a la silla de ruedas

El pasado mes de junio, Rolón, quien tiene diversidad funcional, denunció a través de sus cuentas sociales que personal de la empresa “destrozó” su silla de ruedas, la cual utiliza y necesita para realizar sus actividades diarias.

Dijo que el incidente ocurrió en un viaje que hizo fuera de Puerto Rico entre el 6 y 9 de junio pasado, hacia el estado de Texas para participar de la convención anual de para personas con atrofia muscular en la columna vertebral (SMA, por sus siglas inglés).

“¡Una pesadilla! Estoy viviendo la peor experiencia. American Airlines me destrozó mi silla camino a Texas para la convención de Cure SMA. Notifiqué con tiempo que viajaría en silla. Ajusté todas las piezas antes de abordar. Hice un cartel con las especificaciones de la silla. Expliqué cómo funcionaba. Coordiné con TSA Cares y gracias a Dios que le tomé fotos antes de abordar Al llegar a Texas tuve que esperar más de una hora luego de aterrizar para encontrarme con la pesadilla de que con todas las piezas sonando arrastraban mi silla de ruedas por el pasillo” (sic.), manifestó la joven en aquel momento.

Esta sostuvo que los controles de la silla se dañaron, se partió la cablería y que el espaldar, el descansacabezas, el descansabrazos y el respaldo de las piernas estaban rotos. El sistema operativo de la silla no funciona y las ruedas quedaron sueltas.

Totalmente inexplicable e inaceptable. Al llegar donde mí un ‘lo siento mucho’ fue lo primero que escuché del pobre hombre que le tocó empujar a duras penas la silla hasta donde mí. Lloré, lloré desconsoladamente. LLORE. LLORE DESCONSOLADAMENTE. La ironía de todo esto es que llevo meses trabajando por lograr derechos de vuelo dignos para las personas con problemas de movilidad. Yo tengo derecho a viajar sin la agonía de que me rompan mis pies durante el vuelo. Mi silla no tiene reparo. Yo exijo que me reemplacen mi silla”, añadió.

La dicha aerolínea, en medio de un supuesto intento de enmendar sus errores, le prestaron una silla, la cual “lo que me ha dado es dolores“.

“Los que me conocen saben que nunca me quejo. Ahora no tengo como guiar, no tengo como trabajar eficazmente. ¡Me han obligado a estar encamada! Solo tenían que tratar la silla como lo que es: las piernas de una persona que vive su vida en su máximo potencial”, finalizó.

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