Osiel Cárdenas Guillén, conocido narcotraficante mexicano y fundador del Cártel del Golfo y Los Zetas, fue liberado el pasado 30 de agosto tras cumplir 21 años en prisión en Estados Unidos. Su salida se llevó a cabo en el centro penitenciario Terre Haute, Indiana, donde estuvo recluido durante 17 años. Sin embargo, a diferencia de lo que se esperaba, Cárdenas Guillén no será deportado a México y permanecerá en territorio estadounidense, aunque los motivos de esta decisión aún son inciertos.
Detalles de la liberación de Osiel Cárdenas
La liberación de Cárdenas Guillén fue resguardada por funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), quienes lo trasladaron a un centro de procesamiento. En este lugar se están llevando a cabo los trámites necesarios para que el narcotraficante pueda permanecer en Estados Unidos de manera indefinida. Según la base de datos de la Agencia Federal de Prisiones, su estatus legal ahora es “desconocido”.
Antecedentes penales y condena
Osiel Cárdenas, de 57 años, fue arrestado en 2003 por múltiples delitos relacionados con el crimen organizado, incluyendo tráfico de drogas y lavado de dinero. Conocido como “El Padrino”, fue extraditado a Estados Unidos en 2007, donde fue sentenciado a 25 años de prisión. Su condena fue reducida gracias a su buena conducta y a un acuerdo que le permitió evitar una sentencia de cadena perpetua a cambio de información sobre los cárteles mexicanos.
Implicaciones de su liberación
La liberación de Cárdenas Guillén marca un hito significativo en la historia del narcotráfico en México y Estados Unidos. Su captura en 2003 por el ejército mexicano fue un golpe importante para el crimen organizado, y su salida de prisión plantea preguntas sobre el futuro del narcotráfico y la seguridad en ambas naciones. A medida que se desarrollen los acontecimientos, será crucial observar cómo se maneja su situación legal y si su presencia en Estados Unidos tendrá repercusiones en la lucha contra el crimen organizado.