La evolución de la tecnología ha transformado la manera en que los artistas componen música, dejando atrás la época en que el papel y el lápiz eran los protagonistas en el proceso creativo. Durante décadas, los compositores preferían plasmar sus ideas en un soporte físico, donde podían escribir, tachar y reescribir hasta dar con la canción perfecta. Sin embargo, en la actualidad, la tendencia ha cambiado drásticamente, y cada vez son menos los que optan por el método tradicional de escritura a mano.
El impacto de la tecnología en la composición musical
Según un sondeo de la consultora IPSOS realizado en 2015, el 75% de los españoles escribía a diario utilizando teclado, cifra que se elevaba al 91% entre los jóvenes. Hoy en día, casi una década después, estos números se acercan al 100%. La facilidad y la inmediatez que ofrecen las herramientas digitales han hecho que cada vez sea más raro ver a un compositor utilizando papel y lápiz, ya que el móvil se ha convertido en un compañero inseparable en el proceso creativo.
Artistas que encuentran un equilibrio entre lo digital y lo analógico
Durante la reciente edición de LOS40 Primavera Pop, varios artistas compartieron sus experiencias sobre cómo la tecnología ha influido en su trabajo. Dani Fernández, conocido por éxitos como Todo Cambia, confesó que aunque prefiere la pantalla, ha escrito algunas canciones a mano. “Se es mucho más creativo cuando hay papel y boli”, afirma, recordando que su hit Bailemos nació de un manuscrito que combinó ideas de dos canciones anteriores.
La practicidad como motor de la creación
La practicidad es un factor clave que impulsa a los artistas a elegir entre papel o pantalla. Álvaro de Luna, por ejemplo, admite que aunque disfruta componer a mano, utiliza lo que tiene a la mano para capturar la inspiración en cualquier momento. Por su parte, David Otero, con una larga trayectoria en la música, ha encontrado comodidad en ambos formatos, alternando entre la escritura manual y las notas digitales. En definitiva, la tecnología ha marcado un antes y un después en la forma de crear música, y los artistas siguen adaptándose a esta nueva realidad.