Taylor Swift está disfrutando de un merecido descanso tras su exitosa gira mundial, The Eras Tour. La cantante, que ha estado en la carretera durante año y medio, ha decidido tomarse un tiempo libre hasta su próxima presentación programada para el 18 de octubre. Durante este periodo de relax, ha estado compartiendo momentos con su pareja, el futbolista Travis Kelce, asistiendo a eventos deportivos y disfrutando de diversas actividades juntos.
Un día de diversión en el US Open
Recientemente, Taylor y Travis fueron vistos disfrutando de un emocionante partido del US Open de tenis en Nueva York. La artista lució un look que sus seguidores describieron como muy “Red”, evocando la era musical que lanzó en 2012, con labios rojos y gafas de sol. Por su parte, Kelce optó por un atuendo más casual, reminiscentes de un padre americano listo para un día de pesca, con gorro de lluvia y una camisa blanca combinada con tirantes.
Momentos inolvidables al ritmo de Bad Bunny
La pareja se divirtió al máximo durante el evento, bailando y cantando al ritmo de la música. Testigos del evento pudieron ver a Taylor entregándose por completo mientras disfrutaba de “Titi me preguntó” de Bad Bunny, creando un momento memorable para los asistentes. La energía de la cantante y su conexión con la música fueron evidentes, mostrando su lado más divertido y relajado.
Un clásico que nunca pasa de moda
Además de disfrutar de las canciones actuales, Taylor también se dejó llevar por un clásico de los 2000: “I Believe in a Thing Called Love” de The Darkness. Este tema, lanzado en 2003, se ha convertido en un himno atemporal, y su popularidad se mantiene más de 20 años después. La historia detrás de la creación de la canción es tan peculiar como su éxito, ya que surgió de una conversación entre los miembros de la banda sobre escribir “la canción más estúpida de la historia”. Sin duda, este icónico tema sigue resonando en eventos y en la memoria colectiva, recordándonos que la buena música nunca pasa de moda.