El 11 de diciembre de 1964, el icónico cantante de soul Sam Cooke fue asesinado en un motel de Los Ángeles, un suceso que ha dejado a la historia con más preguntas que respuestas. A pesar de que la versión oficial señala a la propietaria del Hacienda Motel, Bertha Franklin, como la responsable del tiroteo, las circunstancias que rodearon su muerte siguen siendo objeto de debate y especulación. ¿Qué hacía Cooke, un artista millonario y famoso, en un modesto hospedaje? Las teorías sobre su muerte, que van desde el homicidio justificable hasta conspiraciones más complejas, continúan alimentando la leyenda de un músico que cambió el panorama de la música afroamericana.
El legado musical de Sam Cooke
Considerado por muchos como el padre del soul, Sam Cooke dejó una huella imborrable en la música con su inconfundible voz y estilo. Desde su primer single en 1957, You Send Me, hasta su aclamado disco en directo Sam Cooke at the Copa, su música ha perdurado a lo largo de las décadas. Su influencia se extiende a artistas como Aretha Franklin, Otis Redding y James Brown. Además de su talento musical, Cooke fue un defensor de los derechos de la población afroamericana, fundando su propio sello discográfico, SAR Records, en 1961.
La noche fatídica en el Hacienda Motel
La noche de su muerte, Cooke salió a divertirse con amigos y, tras consumir alcohol en exceso, terminó en el Hacienda Motel junto a una joven llamada Elisa Boyer. Según su declaración, Cooke se comportó de manera amenazante, lo que la llevó a huir de la habitación. Al darse cuenta de su ausencia, Cooke, ebrio y furioso, irrumpió en la recepción del motel, lo que llevó a Bertha Franklin a dispararle en defensa propia. Aunque el informe oficial consideró el hecho como un homicidio justificable, la familia y amigos de Cooke nunca aceptaron esta versión, señalando signos de violencia en su cuerpo.
Teorías y especulaciones sobre su muerte
Las circunstancias de la muerte de Sam Cooke han dado lugar a diversas teorías conspirativas. Algunos sugieren que su conexión con figuras influyentes como Malcolm X y Mohammed Ali pudo haberlo convertido en un objetivo. Otros apuntan a su socio de negocios, Allen Klein, como alguien que podría haber tenido motivos para deshacerse de Cooke. Además, existe la creencia de que Elisa Boyer podría haber estado involucrada en un plan para robarle. A pesar de las múltiples narrativas, la verdad detrás de la muerte de Sam Cooke sigue siendo un misterio que probablemente nunca se resolverá.