Paul Alexander Martínez y Karla Alejandra Arámbula, identificados como operadores de Los Chapitos, fueron detenidos en Sinaloa tras una orden de aprehensión por delincuencia organizada. La captura se produce en un contexto de creciente presión sobre las estructuras delictivas en la región, particularmente aquellas vinculadas al Cártel de Sinaloa.
Planes delictivos desarticulados en Sinaloa
Según las autoridades, Paul estaba planeando realizar ataques a inmuebles públicos en la zona de El Dorado utilizando artefactos explosivos. Además, se le atribuye la orquestación de una agresión contra una célula de Los Mayos, así como el homicidio de un propietario de un establecimiento comercial. Estos planes revelan la gravedad de la actividad criminal en la región y la intención de los grupos delictivos de expandir su control.
Karla Alejandra: pieza clave en la operación delictiva
Karla Alejandra fue identificada como la principal colaboradora de Paul, encargándose de la distribución y venta de droga. Su papel como persona de confianza para los operadores del Cártel de Sinaloa subraya la complejidad de las redes criminales que operan en la zona. Ambos detenidos están vinculados a la célula delictiva liderada por Raúl Carrasco Lechuga, quien fue abatido en junio pasado, lo que representa un golpe significativo para la estructura de Los Chapitos.
Golpe al liderazgo de Los Chapitos
El abatimiento de Raúl Carrasco, alias El Chore, en junio marcó un punto de inflexión en la lucha contra Los Chapitos. Este evento generó un fuerte enfrentamiento entre militares y civiles armados en la comunidad de Leopoldo Sánchez Celis, donde Carrasco era considerado el jefe de plaza. A pesar de los esfuerzos de las autoridades por capturarlo, logró evadir un operativo, lo que demuestra la resistencia y adaptabilidad de estas organizaciones criminales. La reciente detención de Paul y Karla sugiere que las fuerzas de seguridad están intensificando sus esfuerzos para desmantelar estas redes delictivas.