En un inquietante suceso en Mazatlán, un grupo de hombres armados se presentó en el centro de rehabilitación Pertenecer Mazatlán, ofreciendo 15 mil pesos mensuales a quienes quisieran unirse a su causa. A pesar de la sorpresa inicial, 16 internos se unieron a ellos, convirtiéndose de adictos en proceso de recuperación a sicarios del Cártel de Sinaloa. Este reclutamiento forzado ha generado una creciente preocupación entre las autoridades y la comunidad.
Reclutamiento de civiles en medio de la narcoguerra
El reclutamiento de internos en centros de rehabilitación es una nueva estrategia del Cártel de Sinaloa, que se encuentra inmerso en una violenta narcoguerra tras la traición a Ismael Zambada, conocido como “El Mayo”. Desde el 9 de septiembre, este conflicto ha dejado un saldo trágico de 550 muertos y 695 denuncias de personas desaparecidas, de las cuales 241 han sido localizadas con vida y 82 sin vida.
Violencia desatada y prácticas inhumanas
La guerra entre Los Chapitos y La Mayiza ha expuesto las tácticas más brutales del Cártel de Sinaloa, incluyendo decapitaciones, desmembramientos y ataques a comercios. La violencia ha escalado a tal punto que los miembros del cártel han comenzado a reclutar a hombres de centros de rehabilitación, un hecho que las autoridades consideran “voluntario”. Sin embargo, la situación ha generado un clima de miedo y desesperación en la población.
Investigación y respuesta gubernamental
La Fiscalía de Sinaloa ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad de quienes han llevado a cabo estos reclutamientos. Hasta el momento, se han entrevistado a familiares de los internos, quienes confirmaron que sus seres queridos se marcharon “voluntariamente” con los hombres armados. A pesar de la gravedad de la situación, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, ha minimizado la violencia en la región, afirmando que la ciudad está “blindada” contra el crimen organizado.