David Civera, el aclamado cantante que se ganó el corazón de millones con su éxito Dile que la quiero en 2001, ha optado por una vida más tranquila alejada del bullicio de la fama. A sus 45 años, el intérprete de Rosa y espinas ha decidido refugiarse en la paz de la España vaciada, un movimiento que ha sorprendido tanto a sus seguidores como a sus colegas de la industria musical.
Un inicio prometedor en la música
Nacido el 8 de enero de 1979 en Teruel, España, David Civera mostró desde joven un gran interés por la música, participando en diversos concursos locales y programas de televisión. Su gran oportunidad llegó en 2001, cuando representó a España en el Festival de Eurovisión con la canción Dile que la quiero, logrando un impresionante sexto lugar. Este éxito catapultó su carrera, convirtiéndolo en uno de los artistas más populares de la década de los 2000 en España, alcanzando el número uno en LOS40 con Bye, bye en 2003.
Un estilo de vida alejado de la fama
A lo largo de los años, Civera lanzó varios álbumes y sencillos que resonaron con el público, consolidando su lugar en la música pop española. Canciones como Que la detengan y Para vivir contigo se convirtieron en himnos de la época. A pesar de su éxito, David siempre mantuvo un perfil bajo, evitando escándalos y excesos, lo que le permitió disfrutar de una vida más tranquila y familiar.
Un nuevo capítulo en Teruel
Recientemente, David Civera tomó la decisión de regresar a su ciudad natal, Teruel, junto a su esposa Ana María Benedi y sus dos hijos, Daniel y Laura. Este cambio radical le ha permitido encontrar un refugio lejos del estrés urbano y la presión de la industria musical. Aunque se alejó de los escenarios tras el nacimiento de sus hijos, Civera ha vuelto a la música, lanzando varios discos y un álbum de grandes éxitos para celebrar sus 15 años en el mundo musical. Actualmente, es común verlo en programas de televisión, donde rememora sus años de éxito y celebra los logros de sus colegas, demostrando que es posible reinventarse y encontrar la felicidad fuera de los focos.