El 13 de diciembre, las autoridades de Estados Unidos capturaron a Dámaso López Serrano, conocido como El Mini Lic, uno de los colaboradores más cercanos al infame Cártel de Sinaloa. Este arresto se produce dos años después de que se le concediera la libertad condicional, lo que ha generado un gran impacto en el mundo del narcotráfico.

El Conflicto Interno en el Cártel de Sinaloa

La tensión entre El Mini Lic y Los Chapitos comenzó tras la extradición de Joaquín El Chapo Guzmán en enero de 2017. Guzmán había propuesto dividir la organización en dos facciones: una liderada por sus hijos y otra por su socio, Dámaso López Núñez, padre de El Mini Lic. Esta decisión no fue bien recibida por Los Chapitos, quienes iniciaron una lucha interna para desmantelar la facción de López Núñez, lo que llevó a una serie de eventos violentos y a la eventual evacuación de la familia de El Mini Lic.

La Estrategia de Supervivencia de El Mini Lic

Para evitar ser asesinado por Los Chapitos, El Mini Lic se ocultó en Mexicali, Baja California. Sin embargo, un comando de cien hombres fue enviado para eliminarlo. En un giro inesperado, decidió entregarse a la Administración para el Control de Drogas (DEA) en el puerto de entrada de Calexico West, lo que le permitió evitar un destino fatal. Su detención fue considerada un hecho histórico por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Consecuencias Legales y Colaboraciones

El Mini Lic se declaró culpable de conspiración para distribuir sustancias controladas, incluyendo cocaína, metanfetamina y heroína, lo que resultó en una sentencia de seis años de prisión. Se ha especulado que su libertad condicional anterior fue resultado de su colaboración como testigo en juicios contra otros miembros del Cártel de Sinaloa, incluyendo a Emma Coronel, esposa de El Chapo. Además, su hermano, Álvaro, también fue detenido en 2017, lo que subraya la creciente presión sobre la familia de El Mini Lic.

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