Los municipios fronterizos de México han pasado de la preocupación a la acción preventiva ante la inminente deportación masiva de migrantes anunciada por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y su zar fronterizo, Tom Homan. Ciudad Juárez, Tijuana, Piedras Negras, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo han habilitado albergues para recibir a miles de migrantes que podrían ser repatriados desde el primer día del republicano en la Casa Blanca.

En Ciudad Juárez, Chihuahua, se han habilitado albergues temporales con mil 370 espacios y se está por habilitar un campamento en el estadio Juárez Vive. Se estima que aproximadamente 2,500 mexicanos serán retornados a esta ciudad fronteriza, por lo que se están preparando infraestructuras para recibirlos de manera digna.

En Coahuila, el municipio de Piedras Negras está edificando un albergue temporal humanitario para recibir a deportados mexicanos y de otras nacionalidades. La Secretaría de Gobierno de Coahuila adelantó que serán cuatro los albergues humanitarios para recibir a las personas deportadas, aunque no precisó ubicación o detalles.

En Tamaulipas, se han acelerado los preparativos para recibir a los migrantes deportados, con refugios en Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Victoria y en el sur del estado. Las autoridades están habilitando espacios para recibir a los migrantes, con capacidad para dos mil 500 personas cada uno.

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