El pasado sábado 25 de enero, el icónico programa de televisión Saturday Night Live volvió a brillar con la presencia del talentoso actor Timothée Chalamet, quien se desempeñó tanto como presentador como invitado musical. Esta fue la tercera vez que Chalamet se subió al escenario del famoso show, y su actuación no pasó desapercibida, generando gran expectación entre los espectadores y críticos por igual.
Chalamet y su viaje en el mundo del espectáculo
En su monólogo de apertura, el joven de 29 años hizo referencia a su reciente participación en el biopic A Complete Unknown, donde interpreta al legendario músico Bob Dylan. Este filme ha sido aclamado por la crítica y ha recibido ocho nominaciones a los Oscar, lo que ha puesto a Chalamet nuevamente en el centro de atención. Con un toque de humor, el actor bromeó sobre sus repetidas derrotas en las premiaciones: “Es un enorme honor asistir a estas entregas de premios, pero sigo perdiendo. Y cada vez es más difícil fingir que no duele”, comentó, antes de presentar un divertido video sobre sus fracasos en la industria.
Una actuación musical memorable
En un momento destacado del programa, Chalamet asumió el papel de invitado musical y sorprendió a la audiencia al interpretar tres canciones icónicas de Dylan. Con la presentación de Adam Sandler, comenzó con una enérgica versión de Outlaw Blues, seguida de una interpretación más íntima de Three Angels, acompañado por el talentoso James Blake en teclado y coros. Más adelante, Chalamet regresó al escenario con una guitarra acústica para ofrecer una emotiva versión de Tomorrow Is a Long Time, eligiendo estas canciones por ser sus “favoritas”, lo que añadió un toque de autenticidad a su actuación.
Reflexiones sobre su carrera y el futuro
Durante el programa, Chalamet también compartió su experiencia al interpretar a Bob Dylan, describiendo el proceso como “complicado” y “extraño”. Sin embargo, encontró similitudes entre sus personajes, resaltando que ambos son excéntricos e innovadores. Con su nominación a Mejor Actor por su papel en el filme de James Mangold, el actor se mostró confiado y practicó su discurso de aceptación en el programa. Sin embargo, en un giro inesperado, un colaborador del SNL le robó el premio en pleno directo, añadiendo un toque de humor a la velada. La actuación de Chalamet no solo destacó su habilidad actoral, sino también su capacidad para rendir homenaje a un artista tan influyente como Dylan, dejando una impresión duradera en la audiencia.