El expresidente Felipe Calderón ha elogiado la reciente decisión del Gobierno de Claudia Sheinbaum de extraditar a Estados Unidos a importantes figuras del narcotráfico, entre ellas el capo Rafael Caro Quintero y los líderes de Los Zetas, conocidos como ‘Z-40’ y ‘Z-42’. Esta operación, que se llevó a cabo el 27 de febrero, marca un hito en la colaboración entre México y Estados Unidos en la lucha contra el crimen organizado.
Extradición de narcotraficantes: un paso significativo
Calderón destacó que la extradición de estos capos es un reconocimiento a la acción del gobierno mexicano, aunque también expresó su preocupación de que esta medida haya sido impulsada por la presión ejercida por el gobierno de Estados Unidos, liderado por Donald Trump. “Hay que reconocer la acción del gobierno de extraditar a Rafael Caro Quintero, y a los hermanos Treviño”, escribió en su cuenta de X (anteriormente Twitter).
Impacto de la extradición en la lucha contra el narcotráfico
La extradición de estos narcotraficantes es parte de una operación más amplia en la que se han entregado a 29 personas requeridas por Estados Unidos por sus vínculos con el crimen organizado. Rafael Caro Quintero, conocido por su implicación en el asesinato del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena en 1985, es uno de los más notorios entre los extraditados, lo que subraya la importancia de esta acción en la lucha contra el narcotráfico.
Preocupaciones sobre el trato a los extraditados
A pesar de la celebración de la extradición, Calderón manifestó su inquietud respecto al posible trato que recibirán los extraditados en Estados Unidos. “Sólo falta que, como acostumbra la justicia americana, les reduzca las sentencias y les dé trato privilegiado, convirtiéndolos de victimarios en héroes”, advirtió. Este comentario refleja la complejidad del sistema judicial estadounidense y su relación con los narcotraficantes extraditados.
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