Sheinbaum defiende la posición de México ante Vulcan Materials
La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que no hubo expropiación a la empresa estadounidense Vulcan Materials, que opera en México a través de su filial Sac-Tun. Esta declaración se produjo en respuesta a una carta enviada por un grupo de 36 congresistas de Estados Unidos que solicitó al presidente Donald Trump intervenir en la disputa sobre las operaciones de la compañía en Quintana Roo. Sheinbaum enfatizó que el problema radica en que Vulcan ha violado las condiciones de su concesión para la extracción de piedra caliza.
Contexto de la disputa con Vulcan Materials
Los congresistas estadounidenses pidieron a Trump que exigiera a Sheinbaum una resolución favorable para Vulcan, argumentando que la empresa ha enfrentado acciones ilegales por parte del gobierno mexicano. En la carta, se mencionó que el Partido Comunista Chino está interesado en invertir en un proyecto relacionado con el Tren Maya, lo que añade un matiz de tensión geopolítica a la situación. Sheinbaum, por su parte, ha aclarado que los recursos para el Tren Maya son completamente de origen público y que no hay financiamiento chino involucrado.
Respuesta de Sheinbaum a las acusaciones
La mandataria destacó que la concesión otorgada a Vulcan no fue respetada, lo que llevó a la decisión de cambiar el uso de suelo en áreas adyacentes a sus operaciones, convirtiéndolas en zonas naturales protegidas. “Nunca hubo expropiación, el terreno es de ellos. El problema es que ellos se salieron del terreno, afectando cenotes y acuíferos”, dijo Sheinbaum en su conferencia matutina. Además, aseguró que la Secretaria de Medio Ambiente, Alicia Bárcena, está en conversaciones con la empresa para encontrar una solución.
Impacto ambiental y futuro de la disputa
Sheinbaum subrayó la gravedad del impacto ambiental que las operaciones de Vulcan estaban causando, lo que justificó la creación de un área natural protegida en la región. La presidenta también reveló que durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se le notificó a Vulcan sobre las violaciones a su concesión, pero la empresa ignoró las advertencias. La situación sigue siendo un tema candente en las relaciones entre México y Estados Unidos, y la resolución del conflicto podría tener implicaciones significativas para la política ambiental y comercial en la región.