Corea del Sur evalúa reubicar empresas ante aranceles de Trump

El presidente interino de Corea del Sur, Choi Sang-mok, expresó su preocupación sobre las nuevas políticas arancelarias del presidente Donald Trump, que entrarán en vigor el 2 de abril. Estas medidas podrían impactar negativamente a las empresas surcoreanas que operan en México, como Samsung y LG, obligándolas a considerar la reubicación de parte de su producción a Estados Unidos. La política comercial “America First” de la administración Trump ha comenzado a afectar directamente los intereses de Corea del Sur, lo que ha llevado al gobierno a buscar estrategias para mitigar el impacto.

Posibles repercusiones para la industria surcoreana

Durante una reunión del Gabinete en Seúl, Choi destacó que la situación requiere de medidas estratégicas para proteger los intereses nacionales. En este contexto, el gobierno surcoreano planea iniciar consultas con Estados Unidos para abordar el impacto de los aranceles y fortalecer la cooperación en sectores clave como energía y construcción naval. Esta situación ha llevado a las empresas surcoreanas a evaluar la posibilidad de trasladar parte de sus operaciones a Estados Unidos, buscando evitar sobrecostos derivados de las nuevas políticas comerciales.

Samsung y LG consideran trasladar operaciones a EE.UU.

La Casa Blanca ha señalado que Samsung y LG están considerando la reubicación de sus plantas en México hacia Estados Unidos, como parte de un esfuerzo por priorizar la manufactura estadounidense. Según informes, Samsung podría trasladar parte de su producción de secadoras desde Querétaro a su planta en Carolina del Sur, mientras que LG evalúa la opción de mover la producción de refrigeradores y televisores a su instalación en Clarksville, Tennessee. Esta reubicación representa un cambio significativo en la estrategia de estas empresas, que buscan adaptarse a un entorno comercial cada vez más desafiante.

Impacto en el mercado laboral y la economía local

La posible reubicación de estas empresas generaría preocupaciones sobre el impacto en el mercado laboral en México, donde miles de trabajadores dependen de estas fábricas. La decisión de trasladar operaciones podría resultar en la pérdida de empleos y afectar la economía local. Mientras tanto, el gobierno mexicano deberá encontrar maneras de atraer nuevas inversiones y proteger los empleos existentes para mitigar las consecuencias de los cambios en las políticas comerciales de Estados Unidos.

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