Ángel Maturino Resendiz: El Asesino del Ferrocarril
Entre 1986 y 1999, los habitantes de varios estados de Estados Unidos, especialmente aquellos que vivían cerca de las vías del tren, fueron aterrorizados por un asesino en serie mexicano: Ángel Maturino Resendiz. Conocido como ‘El Asesino del Ferrocarril’, Resendiz dejó un rastro de muerte en su camino, convirtiéndose en uno de los criminales más buscados por su brutalidad y el número de víctimas, que se estima en al menos 15 personas.
Un pasado doloroso y un futuro oscuro
Originario de Izúcar de Matamoros, Puebla, Resendiz dejó su hogar a los 14 años, buscando escapar de un entorno marcado por el abandono y el abuso. Su vida en Estados Unidos, lejos de ser la oportunidad que anhelaba, se transformó en una serie de crímenes atroces que lo llevaron a ser considerado la encarnación de la maldad. A lo largo de su carrera delictiva, utilizó las vías del tren como su ruta de escape, lo que le valió su apodo y lo hizo aún más temido.
La ruta de la muerte: asesinatos y su captura
Los crímenes de Resendiz se caracterizaban por su extrema violencia. Desde apuñalamientos hasta golpizas mortales, sus métodos eran brutales. Su último asesinato en suelo estadounidense fue el de la doctora Claudia Benton en 1998, quien fue apuñalada y golpeada con una estatuilla. Tras una serie de errores que lo llevaron a dejar pistas, Resendiz finalmente se entregó a las autoridades, bajo la promesa de que no sería condenado a muerte, aunque eventualmente fue sentenciado a la pena capital por sus horrendos crímenes.
El fin de un asesino y su legado de terror
Ángel Maturino Resendiz fue ejecutado el 27 de junio de 2006, pero su legado de terror perdura. En una entrevista, afirmó haber matado a al menos 40 personas en Estados Unidos, aunque se cree que su número de víctimas podría ser mucho mayor, incluso alcanzando los 180 en México. A pesar de sus intentos de justificar sus actos, su historia es un recordatorio escalofriante de la capacidad humana para el mal y el sufrimiento que puede infligir a otros.