Condena a militares por el crimen de Jorge Mercado y Javier Arredondo
El 19 de marzo de 2010, Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, estudiantes del Tecnológico de Monterrey, fueron asesinados por militares en un incidente que ha marcado la historia reciente de México. Los soldados, al intentar justificar el crimen, sembraron armas en la escena y los señalaron como sicarios. Este acto de violencia ha dado lugar a una lucha incansable por parte de sus familias, quienes han buscado limpiar el nombre de los jóvenes y obtener justicia.
Una larga batalla por la verdad y la justicia
Después de más de 13 años de batallas legales y sociales, el pasado octubre de 2023, se logró una sentencia condenatoria de 90 años de prisión contra cinco de los seis militares implicados en el asesinato. Este fallo fue celebrado por los familiares y amigos de Jorge y Javier, quienes se reunieron para honrar su memoria y reflexionar sobre el camino recorrido. “Son 15 años y estoy firme, aquí, de pie y con mucha fortaleza”, declaró Rosy Mercado, madre de Jorge, enfatizando el apoyo que han recibido a lo largo de su lucha.
El impacto del caso en la comunidad
En la reunión, también estuvieron presentes miembros del colectivo ‘Todxs somos Jorge y Javier’, un grupo de exalumnos que ha acompañado a las familias en su búsqueda de justicia. Reyna Haydee Arredondo, hermana de Javier, agradeció el apoyo del colectivo, destacando la importancia de la unión en este proceso. Joel Medina, padre de Jorge, expresó su emoción al ver que, después de tantos años, la comunidad sigue unida en torno a la memoria de los estudiantes, recordando que su lucha por la verdad continúa.
Desafíos pendientes y la búsqueda de justicia
A pesar de la sentencia, aún quedan muchos desafíos por delante. La madre de Jorge mencionó que hay investigaciones pendientes sobre las armas plantadas y que los soldados tienen ocho años para apelar la condena. “La sentencia es un paso, pero no suficiente”, afirmó Mercado, quien continúa abogando por una justicia plena. Este caso, uno de los más recordados en el estado de Nuevo León, simboliza la lucha contra la impunidad y la violencia que ha asolado al país en los últimos años.