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El huevo es considerado uno de los alimentos más completos y nutritivos que existen; aporta proteínas de alta calidad, vitaminas, minerales y grasas saludables, lo que lo convierte en un excelente aliado para mantener una dieta equilibrada y saludable.
Sin embargo, surge una pregunta común entre padres y madres de familia: ¿dónde se debe guardar el huevo? Para resolver esta duda, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) emitió un boletín con recomendaciones sobre la conservación y elección adecuada de este alimento básico.
¿Dónde guardar el huevo: en el refrigerador o a temperatura ambiente?
Si eres de los que guarda los huevos en el refrigerador, debes saber que no es suficiente con colocarlos en cualquier parte. La Profeco recomienda almacenarlos en la parte interna del refrigerador, evitando la puerta, donde la temperatura fluctúa más debido a la apertura y cierre constante. Esta recomendación se debe a que los huevos se conservan mejor en un ambiente frío y estable, lo que ayuda a mantener su frescura y calidad por más tiempo.
Consejos para conservar el huevo correctamente
La Profeco ofrece una serie de sugerencias para garantizar que los huevos se mantengan frescos y seguros para su consumo:
- Guárdalos en el refrigerador: Aunque en los supermercados los huevos se mantienen a temperatura ambiente, es recomendable refrigerarlos una vez que los llevas a casa.
- No los laves antes de refrigerar: Lavar los huevos antes de guardarlos puede eliminar la capa protectora natural de la cáscara, lo que facilita la entrada de bacterias.
- Lávalos antes de usarlos: Es importante lavar los huevos justo antes de cocinarlos para eliminar cualquier residuo o bacteria.
- Mantenlos en su empaque original o separados: Guardar los huevos en su empaque o alejados de otros alimentos evita que absorban olores fuertes de otros productos.
Recomendaciones de la Profeco para elegir huevos de calidad
Además de la conservación, la Profeco también brinda consejos para seleccionar los mejores huevos al momento de comprar:
- Cáscara intacta: Asegúrate de que los huevos no tengan grietas o fisuras en la cáscara.
- Cáscara limpia: Evita aquellos huevos que tengan manchas o suciedad visible.
- Frescura: Un huevo fresco tiene una clara firme y consistente. Si la clara es acuosa y se desparrama, es señal de que el huevo no está fresco.
- Fecha de caducidad: Revisa siempre la fecha de caducidad y evita comprar huevos vencidos.