Madres Buscadoras Critican la Apertura del Rancho Izaguirre

Luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) abriera el rancho Izaguirre, en Jalisco, donde se encontraron restos óseos y pertenencias de desaparecidos, madres buscadoras expresaron su descontento. Acusan a la FGR de convertir la investigación en un “recorrido turístico” en lugar de enfocarse en la búsqueda de justicia. Durante la apertura, realizada el 20 de marzo, familiares de personas desaparecidas y medios de comunicación fueron invitados a recorrer el lugar, pero muchos regresaron sin respuestas concretas.

Un “Circo” para Ocultar la Verdad

Patricia Sotero, integrante del colectivo Huellas de Amor, denunció que la FGR utilizó a los familiares de desaparecidos como parte de un “circo” para desviar la atención de la falta de avances en la investigación. “Todo esto fue un circo, nos utilizaron a todos nosotros para tapar muchas cosas”, declaró en una entrevista. A pesar de las expectativas, los asistentes no encontraron evidencias que confirmaran la presencia de hornos o fosas en el rancho, lo que aumentó la frustración entre las familias.

Desaparición de Pertenencias

Los activistas también señalaron que durante la visita al rancho, la bodega donde se hallaron cientos de prendas de vestir había sido vaciada, lo que generó sospechas sobre el manejo de la evidencia. “Estaba todo totalmente limpio, parecía que fueron a barrer un terreno como para una fiesta”, afirmó Patricia. Esta situación ha llevado a cuestionar la transparencia y efectividad de las autoridades en la investigación de desapariciones en el país.

Demandas de Empatía y Justicia

Las madres buscadoras no solo exigen respuestas sobre el caso del rancho Izaguirre, sino también un mayor compromiso por parte de las autoridades, incluyendo a la presidenta Claudia Sheinbaum. Patricia Sotero criticó la falta de empatía hacia las familias afectadas y pidió que las investigaciones se enfoquen en el esclarecimiento de los hechos, en lugar de perseguir a los colectivos que han trabajado incansablemente para encontrar a sus seres queridos. Este caso ha puesto de relieve la crisis de desapariciones en México, que ya suma casi 125,000 casos.

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