Ramiro Hernández Llanas: Un criminal en la frontera entre México y Estados Unidos
Ramiro Hernández Llanas, un mexicano con un oscuro historial criminal, se convirtió en un nombre conocido tras su ejecución en Texas. Originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas, Hernández Llanas fue condenado en México en 1989 por homicidio, lo que lo llevó a cumplir una pena de 25 años en prisión. Sin embargo, su historia tomó un giro trágico cuando logró escapar y cruzar la frontera hacia Estados Unidos, donde continuó su carrera delictiva.
Crímenes atroces en Texas
Una vez en Texas, Hernández Llanas no tardó en volver a las andadas. Fue arrestado y condenado nuevamente, esta vez por un homicidio que incluyó la violación de una mujer y el asesinato de Glen Lich, un profesor universitario que le había ofrecido trabajo. Tras un ataque brutal en el que utilizó una barra de acero, Hernández Llanas se convirtió en un fugitivo más buscado, siendo finalmente atrapado mientras intentaba escapar de la escena del crimen.
Violencia en prisión y condena a muerte
Mientras esperaba su juicio, la violencia de Hernández Llanas no cesó. Agredió a un carcelero con un cuchillo, lo que le valió una condena adicional de 40 años. Finalmente, fue declarado culpable de homicidio capital y sentenciado a muerte en 2000. A pesar de varios intentos de apelar su condena y de argumentar que padecía una discapacidad mental, todos sus recursos legales fueron rechazados.
Últimas palabras y ejecución
El 9 de abril de 2014, Ramiro Hernández Llanas fue ejecutado en Texas. Antes de recibir la inyección letal, pidió perdón a la familia de su víctima y pronunció: “Estoy buscando a un ángel de Dios”. Su ejecución generó protestas fuera de la prisión, donde activistas se manifestaron en contra de la pena de muerte, recordando la complejidad de su historia y la tragedia de sus crímenes.