El 10 de abril de 1970, Paul McCartney envió un comunicado que marcaría un antes y un después en la historia de la música. Con una declaración contundente, el famoso músico anunció que no tenía planes de volver a grabar o aparecer con The Beatles, ni de escribir más música junto a John Lennon. Aunque no se trataba de un anuncio oficial de separación, el mensaje dejaba entrever que su asociación con el icónico cuarteto estaba llegando a su fin.
El contexto de la ruptura
El comunicado de McCartney fue redactado la víspera y quedó guardado en una caja fuerte de las oficinas de Apple Corps Ltd., en Londres, el mismo lugar donde se habían gestado tantas ideas brillantes. La tensión dentro del grupo había aumentado tras la muerte de su mánager, Brian Epstein, en 1967. En una reunión reciente, McCartney había propuesto a su suegro, Lee Eastman, como nuevo mánager, pero sus compañeros optaron por Allen Klein, lo que llevó a Paul a retirarse y dejar de asistir a las reuniones de la banda.
Los caminos en solitario de los Beatles
A pesar de la decisión de McCartney, The Beatles no se disolvieron de inmediato. John Lennon ya había comenzado su carrera en solitario con el lanzamiento de “Give Peace a Chance” en 1969 y otros proyectos en 1970. Ringo Starr había participado en películas y George Harrison había lanzado dos álbumes en solitario. McCartney, por su parte, se enfocó en su primer disco como solista, que sería grabado en secreto en su hogar, tocando todos los instrumentos y con la colaboración de su esposa Linda en los coros.
El legado de The Beatles y la disolución legal
Poco después del anuncio de McCartney, se lanzó el último álbum de The Beatles, “Let It Be”, que llegó a las tiendas en mayo de 1970. Aunque el disco fue un éxito mundial, McCartney no estaba satisfecho con la producción de Phil Spector. Finalmente, el 17 de abril, su álbum homónimo alcanzó el número uno en Estados Unidos, justo cuando la atención mediática sobre su salida del grupo estaba en su punto más alto. No fue hasta el 31 de diciembre de 1970 que McCartney solicitó oficialmente la disolución legal de sus obligaciones con The Beatles, marcando el final de una era y el inicio de nuevas trayectorias musicales para cada uno de los miembros, quienes seguirían siendo recordados como los pioneros que transformaron el panorama del rock.