La reciente muerte del Papa Francisco a los 88 años en su residencia de Santa Marta ha reavivado el interés global por una antigua profecía atribuida a Nostradamus: la del “Papa Negro”. Esta predicción ha suscitado un intenso debate sobre el futuro de la Iglesia Católica, especialmente en el contexto de la elección de un nuevo pontífice que podría ser el último en la historia de la institución.
Las dos interpretaciones del “Papa Negro”
La ambigüedad de las profecías de Nostradamus ha dado lugar a dos interpretaciones sobre la figura del “Papa Negro”. La primera sugiere que se refiere a un pontífice de origen africano. En este sentido, dos cardenales africanos destacan como favoritos para el próximo cónclave: Peter Turkson, un cardenal ghanés de 76 años conocido por su trabajo en temas sociales y ecológicos, y Robert Sarah, de Guinea-Conakri, de 79 años, conocido por sus posturas conservadoras y su profunda espiritualidad. La elección de cualquiera de ellos marcaría un hito histórico al ser el primer papa africano en la era moderna.
La profecía de San Malaquías: ¿Petrus Romanus?
La profecía de Nostradamus se complementa con la de San Malaquías, un arzobispo irlandés del siglo XII que elaboró una lista de 112 papas. Francisco ocupó el puesto número 111, y el siguiente en la lista es “Petrus Romanus” (Pedro el Romano), quien sería el pastor final antes del colapso de la Iglesia. Un detalle curioso es que en la Basílica de San Pablo Extramuros hay una galería de retratos papales que, tras la imagen de Francisco, solo tiene espacio para un retrato más, lo que añade un aire de misterio a estas profecías.
Un cónclave con significado histórico
El próximo cónclave será histórico, ya que de los 133 cardenales con derecho a voto, 33 son de África, un continente que no ha tenido un papa en la era moderna. Esta representación africana es resultado de los nombramientos realizados por Francisco, quien abogó por una Iglesia más diversa y representativa. Mientras algunos consideran que las profecías son meras interpretaciones de textos ambiguos, otros ven en ellas coincidencias que no pueden ser ignoradas, especialmente en tiempos de incertidumbre global.
Desafíos para el nuevo pontífice
Independientemente de las interpretaciones sobre si el próximo papa será el “último”, lo cierto es que enfrentará la monumental tarea de liderar una Iglesia Católica que se enfrenta a desafíos sin precedentes en un mundo cada vez más secularizado y dividido. Si las profecías se cumplen o no, solo el tiempo lo dirá, pero la responsabilidad de guiar a millones de fieles recaerá sobre el nuevo pontífice, quien deberá navegar por un panorama complejo y cambiante.