Una ola de indignación ha estallado en Mazatlán, Sinaloa, tras la difusión de un video que muestra a un extranjero, presumiblemente estadounidense, expulsando a un trabajador de la construcción que comía en la banqueta frente a su casa. Este incidente, ocurrido en el fraccionamiento Tellerías, ha generado un fuerte rechazo en la comunidad local, que ha decidido alzar la voz en protesta.
La Protesta en Mazatlán
En respuesta al video viral, ciudadanos mazatlecos organizaron una manifestación frente a la vivienda del hombre señalado. La convocatoria, realizada a través de redes sociales, reunió a una multitud diversa que incluía motociclistas, obreros, influencers y hasta un Pikachu disfrazado. Aunque inicialmente se había planeado como una comida colectiva simbólica, la situación rápidamente escaló hacia una protesta más intensa.
Desarrollo de la Manifestación
El evento tuvo lugar el miércoles a las 14:00 horas y comenzó con un ambiente de solidaridad. Sin embargo, pronto se convirtió en una manifestación caótica, con música a alto volumen, gritos de “¡Mazatlán es nuestra casa y México se respeta!” y lanzamiento de huevos contra la fachada del domicilio del extranjero. Los manifestantes, algunos de los cuales llegaron con bocinas y cerveza, expresaron su apoyo al trabajador agredido de manera ruidosa y enérgica.
Intervención de las Autoridades
La situación se tornó tan desbordante que fue necesaria la intervención de elementos de la Policía Municipal y de la Guardia Nacional para calmar los ánimos y restablecer el orden. Durante la intervención, el secretario de Seguridad Pública Municipal tuvo un breve forcejeo con algunos asistentes, lo que evidenció la tensión que se había acumulado durante la manifestación.
Un Mensaje Claro de la Comunidad
A pesar de que la carne asada y la música en vivo que se habían propuesto inicialmente no se llevaron a cabo, el mensaje de los manifestantes fue claro: Mazatlán no tolera actos de discriminación ni la apropiación del espacio público por parte de particulares. Hasta el momento, no se ha registrado ninguna denuncia formal contra el extranjero involucrado, ni se ha emitido una postura oficial por parte de las autoridades migratorias.