La despenalización del aborto en México ha sido objeto de debate durante casi dos décadas, pero según la plataforma UNNA, esta medida no ha logrado mejorar las condiciones de salud materna, educación, empleo ni seguridad para las mujeres, especialmente aquellas en situaciones de vulnerabilidad. A pesar de que 21 estados han implementado la despenalización, los resultados han sido desalentadores, revelando un panorama preocupante para las mujeres embarazadas y sus hijos.
Factores que Agravan la Situación de las Mujeres Embarazadas
UNNA destaca tres factores clave que evidencian el fracaso de la política de aborto en el país. En primer lugar, las tasas de mortalidad materna se mantienen en niveles alarmantes. En segundo lugar, existe una falta de políticas públicas integrales que garanticen la salud de las mujeres antes, durante y después del embarazo. Por último, se ha observado un incremento en la violencia sexual y el maltrato hacia las mujeres, especialmente las embarazadas, lo que agrava aún más su situación.
Desinformación y Manipulación de Datos
La plataforma UNNA también critica la manipulación de la información relacionada con el aborto. Asegura que los datos sobre el aumento de carpetas de investigación abiertas por este delito son parciales y sesgados, lo que no refleja la realidad. En lugar de abordar la violencia y el maltrato que muchas mujeres enfrentan, se presenta una narrativa que ignora el contexto del aborto, como si todas las mujeres procesadas lo hicieran de forma voluntaria, cuando en muchos casos son víctimas de abortos forzados.
La Realidad de los Procesos Judiciales por Aborto
Contrario a la creencia popular, la mayoría de las personas encarceladas por el delito de aborto en México son hombres. De un total de 80 personas procesadas, solo 16 son mujeres, lo que indica que muchos de estos casos involucran abortos forzados. Esta información, según UNNA, es crucial para entender la verdadera naturaleza del problema y la necesidad de políticas que no solo despenalicen el aborto, sino que también aborden las causas subyacentes de la violencia contra las mujeres. En resumen, la despenalización del aborto no ha sido la solución esperada y es fundamental replantear las estrategias para proteger a las mujeres y garantizar sus derechos.