Estados Unidos ha confirmado un acuerdo con México para resolver la controversia sobre la distribución del agua del río Bravo, un tema que se encuentra regulado por el Tratado de Aguas de 1944. Este acuerdo, anunciado por el Departamento de Estado, busca mitigar la tensión que ha surgido entre ambos países en relación con la escasez de agua en la región fronteriza.

Compromisos de México en el Acuerdo de Agua

Según el comunicado del Departamento de Estado, México se ha comprometido a transferir agua de inmediato desde embalses internacionales y a aumentar la cuota estadounidense del caudal en seis afluentes del río Bravo hasta el final del ciclo hidrológico quinquenal actual. Este paso es considerado esencial para ayudar a los agricultores, ganaderos y municipios de Texas que dependen de este recurso vital.

Antecedentes del Tratado de Aguas de 1944

El Tratado de Aguas de 1944 establece que México debe entregar aproximadamente 2,160 millones de metros cúbicos de agua a Estados Unidos cada cinco años, mientras que los mexicanos retienen 9,250 millones de metros cúbicos, casi cuatro veces más. La tensión entre ambos países aumentó recientemente, cuando el expresidente Donald Trump advirtió sobre posibles aranceles y sanciones debido a lo que consideró una violación del tratado por parte de México.

Plan a Largo Plazo para la Gestión del Agua

El acuerdo también incluye el desarrollo de un plan a largo plazo que garantice el cumplimiento de los requisitos del tratado y aborde las deudas de agua pendientes. Esto implica transferencias mensuales adicionales y consultas periódicas sobre las necesidades de suministro en Texas. Las autoridades estadounidenses expresaron su deseo de continuar la cooperación con el gobierno mexicano para encontrar soluciones efectivas a la escasez de agua que afecta a las comunidades de ambos lados de la frontera.

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