La cantante y compositora Bebe Rexha ha hecho eco de su voz en redes sociales tras recibir un comentario sarcástico de Azealia Banks, quien imitó a la fallecida Joan Rivers durante la Gala del Met 2025. En su burla, Banks insinuó que Rexha necesitaba un implante anticonceptivo hormonal, lo que desató una respuesta contundente de la artista, visibilizando la presión que enfrentan las figuras públicas respecto a sus cuerpos.

La respuesta de Bebe Rexha

La reacción de Bebe Rexha fue rápida y directa. En su respuesta, la intérprete de I’m a Mess no solo contestó a Banks, sino que también abordó el tema de la salud mental. “Quizás quieras empezar algún tipo de terapia, hermana. Lexapro me funcionó de maravilla”, escribió, enfatizando que la sanación mental es beneficiosa para todos. Este mensaje no solo fue una defensa ante el ataque, sino también un llamado a la empatía y el entendimiento en un mundo donde la crítica puede ser despiadada.

Conflictos personales y lucha interna

En un segundo tuit, que posteriormente eliminó, Rexha se sinceró sobre su propia lucha con los comentarios sobre su físico. “Estoy cansada de que la gente comente sobre mi peso”, confesó, revelando que padece síndrome de ovario poliquístico y ha enfrentado la infertilidad, lo que ha influido en su imagen corporal. La artista, que ha hablado abiertamente sobre su salud mental, también compartió que fue diagnosticada con trastorno bipolar, lo que ha añadido una capa de complejidad a su vida personal y profesional.

Un llamado a la empatía

Las declaraciones de Bebe Rexha reflejan el cansancio de muchas figuras públicas ante la constante presión sobre sus cuerpos y estados emocionales. Su franqueza no busca la confrontación, sino que abre un debate necesario sobre los límites de la crítica pública y la importancia de la empatía en el trato hacia los artistas. Detrás de cada imagen en la alfombra roja hay una persona real con luchas invisibles, y el mensaje es claro: opinar sobre el cuerpo ajeno nunca es inofensivo.

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