Asesinato de ‘El Delta 10’ marca un hito en la lucha contra el crimen en Sonora
El 23 de mayo, las autoridades de Sonora confirmaron el asesinato de Eleazar Pulido Landeros, conocido como ‘El Delta 10’, en un ataque armado en Pitiquito. Este suceso no solo representa un golpe significativo para la organización criminal a la que pertenecía, sino que también destaca la creciente violencia en la región, donde los enfrentamientos entre grupos rivales se intensifican.
Detalles del ataque y la relevancia de ‘El Delta 10’
Pulido Landeros fue identificado como un objetivo prioritario para las autoridades, con múltiples órdenes de aprehensión en su contra debido a su vinculación con ‘Los Deltas’, un brazo armado de ‘Los Chapitos’. Su muerte fue calificada por la Fiscalía como un paso crucial hacia la desarticulación de esta organización criminal, que ha estado involucrada en actividades delictivas como el tráfico de drogas y armas.
Contexto de violencia en Sonora
La muerte de ‘El Delta 10’ se suma al abatimiento de otro líder criminal, Humberto Figueroa, conocido como ‘El Perris’, durante un enfrentamiento con fuerzas de seguridad el mismo día. Estos eventos reflejan un aumento en la violencia en Sonora, donde los grupos delictivos están en constante lucha por el control territorial, lo que ha llevado a un incremento en los operativos de seguridad por parte de las autoridades.
Los Deltas y su impacto en la región
‘Los Deltas’ surgieron tras la captura de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, buscando establecer control en el norte de Sonora. Con presencia en diversas localidades como San Luis Río Colorado y Caborca, esta organización se ha dedicado a actividades ilícitas que han afectado gravemente la seguridad en la frontera con Estados Unidos. La reciente muerte de sus líderes podría marcar un cambio en la dinámica del crimen organizado en la región.