El 29 de mayo de 1977, Elvis Presley, el icónico “rey del rock”, dejó a su público en estado de shock al abandonar el escenario de un concierto en Baltimore. Después de media hora de actuación, el cantante se retiró sin previo aviso, alegando una torcedura de tobillo y la necesidad de atender “la llamada de la naturaleza”. Esta inesperada pausa fue la primera vez en sus 23 años de carrera que Elvis dejaba a su audiencia “plantada”, y, a pesar de su regreso, no recibió la ovación esperada.
Un Concierto Recordado por su Desempeño
Elvis Presley, a pesar de su deteriorada salud, continuó ofreciendo conciertos en toda América, impulsado por el fervor de sus seguidores. Sin embargo, muchos de sus shows se volvieron mediocres, lo que llevó a la preocupación entre sus fans. El concierto de Baltimore fue especialmente desconcertante, ya que muchos asistentes se retiraron preocupados por el estado del artista. Según un médico que lo examinó días antes, Elvis se encontraba “pálido, hinchado y sin energía”, lo que evidenciaba su mala condición física.
La Caída de un Ícono
El espectáculo en Baltimore fue un reflejo de su estado de salud. A pesar de que las entradas se agotaron rápidamente y se recaudaron más de 179.000 dólares, la actuación fue considerada una de las peores de su carrera. Marty Bennett, crítico de ‘Variety’, describió a Elvis como “débil y cansado”, y los extraños movimientos en el escenario solo aumentaron la inquietud entre los espectadores. Después de su abrupta salida, un asistente improvisó con una cantante de ópera mientras el público aguardaba su regreso.
Un Desenlace Trágico
Cuando Elvis regresó, se disculpó repetidamente y prometió que “si querían que volviera, volvería”. Sin embargo, la crítica no fue indulgente, y el público, confundido y preocupado, salió del recinto sin aplaudir. Un portavoz del Centro Cívico intentó justificar la situación, mencionando un “problema intestinal” que había afectado al cantante durante la gira. Desafortunadamente, esta noche se convirtió en un símbolo de su declive, y solo dos meses después, Elvis Presley falleció en Graceland, a la edad de 42 años, dejando un legado imborrable en la música.