La figura de Lady Di permanece como un símbolo de elegancia atemporal. Su estilo refinado, su cercanía con el pueblo y su presencia impecable dejaron huella en la historia de la moda y el protocolo real. Pero más allá de su vestuario, uno de los secretos mejor guardados de la princesa de Gales fue su fragancia favorita.
El legado aromático de una princesa
Diana Spencer, conocida por su discreción y su aura de nobleza moderna, optó por un perfume que reflejaba su carácter: femenino, sobrio y con un dejo de sofisticación clásica. Se trataba de Quelques Fleurs, una fragancia lanzada en 1912 por la casa Houbigant de París, y que fue popularizada nuevamente gracias a su uso por la princesa.
Su aroma, compuesto por una rica mezcla de flores blancas, jazmín, nardo y rosa, perdura por horas en la piel, lo que lo convierte en una opción preferida por quienes valoran la elegancia sutil. El perfume, al igual que Lady Di, se mantiene vigente a través de generaciones.
La esencia floral que marcó tendencia
Quelques Fleurs no es solo una fragancia clásica, sino también una de las más longevas del mercado. Desde su creación en Francia hace más de un siglo, ha sabido mantenerse como una opción de lujo entre las amantes de los perfumes florales.
La elección de Diana le dio un nuevo impulso en la década del 80, cuando comenzó a usarse como parte de su rutina diaria y hasta en ocasiones oficiales. Según expertos, este perfume logra evocar una sensación de frescura, elegancia y romanticismo que armoniza con distintos estilos y edades. Hoy puede adquirirse tanto en perfumerías exclusivas como en tiendas online.
Uno de los datos más destacados es que Lady Di usó esta fragancia el día de su boda con el príncipe Carlos, lo que consolidó su asociación con el perfume. De hecho, durante la ceremonia, se dice que accidentalmente derramó unas gotas sobre su vestido, y eso la llevó a sujetarlo discretamente con la mano.
Este episodio terminó reforzando aún más la conexión entre la fragancia y la figura icónica de la princesa. Su permanencia y sutileza la hacen ideal para eventos formales o momentos especiales, y muchas mujeres siguen eligiéndola como un homenaje al estilo clásico y sofisticado de Diana.
Un perfume que trasciende generaciones
El valor simbólico de Quelques Fleurs va más allá de su aroma. Representa una época y una personalidad que marcaron la historia de la realeza británica. Para muchas mujeres, usar el mismo perfume que Lady Di es una forma de conectarse con su legado, adoptar su refinamiento y, en cierto modo, sentirse parte de esa elegancia que ella transmitía.
Además, la durabilidad de su fórmula lo hace ideal para quienes buscan una fragancia que acompañe durante todo el día sin necesidad de reaplicación constante. La composición floral logra equilibrar intensidad con suavidad, sin resultar invasiva.
La marca Houbigant ha mantenido la receta original, respetando su herencia francesa y su vinculación con figuras emblemáticas. A pesar del paso del tiempo y de las tendencias que van y vienen, Quelques Fleurs se mantiene como una apuesta segura para quienes priorizan calidad y sofisticación.
En tiempos donde los perfumes de celebridades son frecuentes, esta fragancia representa una elección contracorriente: discreta, clásica y cargada de historia. Su aroma es, para muchas usuarias, sinónimo de presencia y estilo sin ostentación.
Conclusión: una elección con identidad
En el mundo de la perfumería, donde abundan las novedades y los lanzamientos efímeros, pocas fragancias logran atravesar generaciones como lo ha hecho Quelques Fleurs. Su vínculo con la princesa Diana la elevó a un símbolo de distinción femenina.
Más que un accesorio, el perfume fue parte de la identidad de Lady Di, y continúa siéndolo para quienes desean adoptar esa misma impronta elegante y sobria. Es una fragancia que no solo huele bien, sino que comunica un mensaje de buen gusto y atemporalidad.
Hoy, en un contexto donde la moda y la belleza tienden a cambiar vertiginosamente, volver a los clásicos como este puede ser una decisión acertada. Usar el perfume de Lady Di no es solo un acto de consumo, sino también una forma de recordar a una figura querida y admirada en todo el mundo.