Nacional

El instrumento fue lanzado en el marco de la 13ª Semana de la Diversidad por el colectivo estudiantil Plural.

alt default
‘La educación no basta con informar; tiene que liberar’, concluyó Verónica Amadeu Castillo, citando a Paulo Freire. (Foto: Cuartoscuro) (Galo Cañas Rodríguez)

La Universidad Iberoamericana de México presentó el ‘Fobiatómetro’, una herramienta pedagógica desarrollada para identificar y visibilizar las violencias que enfrenta la comunidad LGTB+ en entornos cotidianos.

El instrumento fue lanzado en el marco de la 13ª Semana de la Diversidad por el colectivo estudiantil Plural, con el apoyo del Centro de Estudios Críticos de Género y Feminismos (Cecrige) y la Coordinación de Comunidad y Vida Estudiantil de esta institución.

¿Cómo funciona el ‘‘Fobiatómetro’?

Basado en una encuesta interna, el ‘Fobiatómetro’ clasifica las agresiones en tres niveles: amarillo, para las microviolencias simbólicas; naranja, que señala violencias graves con implicaciones legales, y rojo, para los delitos que atentan contra la vida o integridad.

Según los resultados de la encuesta interna, casi siete de cada 10 alumnos manifestaron haber sufrido violencias de nivel amarillo; 34.5 por ciento del nivel naranja, y 14.3 por ciento, del nivel rojo.


“Las violencias contra personas LGBTQ+ no inician en los asesinatos, comienzan con un chiste, con asumir un pronombre, con una mirada hostil en el aula”, afirmó Diego Mauricio Álvarez, integrante de Plural.

Permite ver el nivel de agresiones contra la comunidad LGBT+

La herramienta, inspirada en el Violentómetro del Instituto Politécnico Nacional, utiliza un diseño en forma de termómetro que permite visualizar la escalada de agresiones.

Además, incluye un directorio de servicios legales y de salud, así como un folleto con ejemplos de agresiones normalizadas, como el “te acepto, pero…”, o la imposición de pronombres.

“La normatividad de género sigue marcando jerarquías que invalidan identidades”, advirtió la doctora Laura Pedraza Pinto, del Cecrige, al subrayar que la discriminación sigue presente a pesar de avances en derechos.


Anto Kiaan Guerrero Torres, miembro del colectivo, afirmó que el Fobiatómetro no solo ayuda a reconocer que hemos sido violentades, sino también a identificar cuándo hemos ejercido violencia.

“La educación no basta con informar; tiene que liberar”, concluyó Verónica Amadeu Castillo, citando a Paulo Freire.

También lee:

La Universidad Iberoamericana presenta el ‘Fobiatómetro’

La Universidad Iberoamericana de México ha lanzado el ‘Fobiatómetro’, una herramienta pedagógica diseñada para identificar y visibilizar las violencias que enfrenta la comunidad LGTB+ en su vida cotidiana. Este instrumento fue presentado durante la 13ª Semana de la Diversidad, impulsado por el colectivo estudiantil Plural, en colaboración con el Centro de Estudios Críticos de Género y Feminismos (Cecrige) y la Coordinación de Comunidad y Vida Estudiantil.

¿Cómo funciona el ‘Fobiatómetro’?

El ‘Fobiatómetro’ clasifica las agresiones en tres niveles: amarillo para las microviolencias simbólicas, naranja para las violencias graves con implicaciones legales, y rojo para los delitos que amenazan la vida o integridad de las personas. Según una encuesta interna, casi el 70% de los estudiantes reportaron haber sufrido violencias de nivel amarillo, mientras que el 34.5% experimentó violencias de nivel naranja y el 14.3% de nivel rojo.

Visualización y recursos adicionales

Inspirado en el Violentómetro del Instituto Politécnico Nacional, el ‘Fobiatómetro’ utiliza un diseño en forma de termómetro para representar la escalada de agresiones. Además, incluye un directorio de servicios legales y de salud, así como un folleto que presenta ejemplos de agresiones normalizadas, como el famoso “te acepto, pero…” y la imposición de pronombres. La doctora Laura Pedraza Pinto, del Cecrige, enfatiza que a pesar de los avances en derechos, la discriminación sigue vigente dentro de la normatividad de género.

Reflexiones sobre la violencia y la educación

El ‘Fobiatómetro’ no solo busca reconocer las violencias sufridas por la comunidad LGTB+, sino también fomentar la reflexión sobre cuándo se ejerce violencia. “La educación no basta con informar; tiene que liberar”, afirmó Verónica Amadeu Castillo, citando a Paulo Freire, lo que resalta la necesidad de una educación que empodere y libere a las personas de estigmas y violencias.

Share.
Exit mobile version