El Asesinato de Ernesto Barajas y la Violencia en el Mundo Musical Mexicano

El 19 de agosto de 2025, el cantante Ernesto Barajas, vocalista y fundador del grupo Enigma Norteño, fue asesinado a balazos en Zapopan, Jalisco. Este trágico evento se suma a una alarmante serie de homicidios de músicos en México, donde artistas de géneros como el norteño, la banda y el regional mexicano han sido blanco de ataques presuntamente relacionados con el narcotráfico. Las autoridades ya investigan este caso como un ataque directo, evidenciando la creciente violencia que enfrenta la comunidad artística en el país.

Un Contexto de Amenazas y Agresiones

Artistas del norteño y otros géneros han sido objeto de agresiones, muchos de los cuales han recibido amenazas de cárteles del narcotráfico. Barajas, por ejemplo, había sido amenazado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo que lo llevó a cancelar presentaciones en ciertas áreas. Este patrón de violencia ha dejado un saldo trágico, con varios músicos asesinados en los últimos meses, incluyendo casos notorios como el de cinco integrantes del Grupo Fugitivo, quienes fueron desaparecidos y posteriormente asesinados en Tamaulipas.

Casos Conocidos de Violencia en la Música Regional

Entre los incidentes más impactantes se encuentra el asesinato de Isaac Luna, vocalista de Banda La Constructiva, quien fue atacado en su hogar tras una presentación en Guanajuato. Otro caso es el de Fernando ‘El Colorín’ Jiménez, líder de la Banda Real, asesinado en Salvatierra en enero de 2025. Estos asesinatos reflejan un patrón preocupante en el que los músicos son atacados en plena luz del día, a menudo por sicarios en motocicletas, lo que sugiere una conexión directa con el crimen organizado.

Investigaciones Abiertas y la Respuesta de las Autoridades

La Fiscalía del Estado de Jalisco ha abierto una carpeta de investigación tras el asesinato de Barajas, aunque hasta el momento no hay detenidos ni pistas claras. La violencia en el mundo musical mexicano plantea interrogantes sobre la seguridad de los artistas y la necesidad de una respuesta más efectiva por parte de las autoridades para proteger a aquellos que, a través de su música, reflejan la realidad de una sociedad marcada por la violencia y el narcotráfico. La comunidad artística sigue clamando por justicia y seguridad en un entorno cada vez más peligroso.

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