Un nuevo escándalo rodea a Starbucks luego de que una clienta en Ohio denunciara haber recibido su bebida con un mensaje de odio escrito en el vaso, lo que provocó el despido inmediato del empleado involucrado y un comunicado oficial de la cadena.
Detalles del incidente en Starbucks
El domingo por la noche, Autumn Perkins, residente de Middletown, pidió en un Starbucks operado por Kroger la bebida favorita del comentarista conservador Charlie Kirk: una majestuosidad de menta con dos mieles. Al recibir su pedido, notó que en el vaso estaba escrito: “bebida favorita de los racistas”. Perkins calificó el hecho como un acto de intolerancia y falta de respeto.
En una entrevista con Fox News Digital, Perkins expresó su indignación: “Es hora de que la gente deje de hacer estas tonterías. Las acciones tienen repercusiones”. El gerente del local confirmó que el empleado admitió haber escrito el mensaje y fue despedido de inmediato por Kroger.
La respuesta de Starbucks ante la controversia
En un comunicado enviado a medios, un portavoz de Starbucks subrayó que el comportamiento es “inaceptable” y recordó que la compañía cuenta con políticas estrictas que prohíben cualquier tipo de mensaje ofensivo en las tazas. “Kroger despidió al empleado porque este acto no refleja los valores de la compañía ni de Starbucks”, señaló la empresa.
Compromiso de Starbucks con la inclusión
El caso generó gran debate en redes sociales, donde usuarios cuestionaron la política de Starbucks respecto al uso de nombres en los pedidos. Ante ello, la cadena publicó un extenso comunicado oficial el 16 de septiembre de 2025, en el que reafirma que:
- Los clientes pueden usar el nombre que prefieran, incluido Charlie Kirk.
- Está prohibido que los baristas escriban eslóganes políticos o mensajes negativos.
- En algunos casos, mensajes ofensivos en vasos provienen de terceros ajenos al personal, ya que los marcadores son accesibles.
Starbucks enfatizó su compromiso con crear un ambiente inclusivo y respetuoso en cada interacción con sus clientes. Tras lo ocurrido, Perkins aseguró que no volverá a gastar dinero en Starbucks y que su familia también dejará de consumir la marca. “Podemos discrepar en muchas cosas, pero debemos respetarnos mutuamente. Sin respeto, no hay comunicación ni crecimiento”, concluyó.