La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, enfatizó durante un mitin en el Zócalo que su administración se compromete a combatir la corrupción y a garantizar que quienes roben enfrenten la justicia. En su discurso, Sheinbaum destacó que el poder no debe ser utilizado para enriquecerse, sino para servir al pueblo con humildad. Esta declaración se produce en el contexto de la reforma a la Ley de Amparo, que, según ella, está diseñada para aquellos “potentados” que evaden el pago de impuestos.
Compromiso con la Honestidad y la Justicia
Sheinbaum afirmó que en el “México nuevo”, la honestidad es la regla y no la excepción. La mandataria subrayó que los actos de corrupción no serán tolerados y que su gobierno está comprometido a investigar y sancionar las redes de corrupción, como la relacionada con el huachicol fiscal. Este enfoque responde a su intención de continuar con el legado de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, a quien describió como un ejemplo de honradez y amor al pueblo.
Defensa de la Reforma a la Ley de Amparo
Durante su discurso, Sheinbaum también defendió la reforma a la Ley de Amparo, argumentando que es una herramienta necesaria para evitar que los grandes empresarios eludan sus responsabilidades fiscales. Esta postura ha generado un debate en torno a la justicia fiscal en el país y ha sido objeto de críticas por parte de algunos sectores que consideran que podría afectar los derechos de los ciudadanos.
Reafirmación de la Unidad y Resistencia
En el evento, que reunió a aproximadamente 400,000 personas, Sheinbaum reafirmó su lealtad a López Obrador, rechazando cualquier intento de separación entre ambos. La presidenta subrayó que su gobierno no solo busca administrar, sino transformar la nación para el bienestar del pueblo, insistiendo en que no cederá ante las presiones externas ni permitirá intervenciones en la soberanía nacional. Este mensaje fue bien recibido por sus seguidores, quienes ven en ella una continuadora del proyecto de transformación nacional.
