En Mexicali, donde el termómetro alcanzó 51 grados, organizaciones de México y Estados Unidos impulsan la restauración del Río Colorado mediante la reforestación del Bosque Chaussé.

MEXICALI, BC.- En suelo desértico de una ciudad que en 2025 rompió el récord de temperatura, al alcanzar los 51 grados centígrados, también se siembra vida, pero no al estilo de la ‘4T’ sino mediante esfuerzos de organizaciones ambientalistas mexicanas y estadounidenses, agrupadas en la alianza Revive el Río Colorado.
National Audubon Society, Pronatura Noroeste, Restauremos el Colorado, Sonoran Institute, The Nature Conservancy y The Redford Center han sumado esfuerzos desde hace 10 años en torno al Colorado, río que se está secando por el cambio climático.
“Estamos en condiciones climáticas muy adversas, los caudales que están proyectados no se alcanzan año con año, cada vez hay más sequía. Las poblaciones han crecido, y la necesidad de agua con ellas”, explicó a El Financiero Génesis Alarcón, gerente de restauración de Restauremos el Colorado. Lamentó que la Ley de Aguas Nacionales deje al último a las zonas ambientales.
“Hay una lista donde el medio ambiente queda al final. Es un desafío tener agua en este sitio de restauración, pero estos ecosistemas son medidas de mitigación para el cambio climático, y van a retroalimentar más agua”.
De los trabajos de la alianza destaca el crecimiento del Bosque Chaussé, ubicado en la zona del río, y el cual se ha extendido hasta en 500 hectáreas. Para mantenerlo, se cuenta con viveros de 20 mil plantas, principalmente álamos, sauces, mezquites y palo verdes, éstos dos últimos alimento para el ardillón de cola redonda.
El castor, especie en extinción, también se beneficia de este bosque, que ha aumentado en 30% la visita de aves.
Una veintena de personas de la comunidad, entre ellos cucapás, trabaja diariamente desde las 5:00 am, antes de que llegue la hora más densa de calor. Tanto cuida los viveros como genera su propia lombricomposta.
Las especies que han conformado el Chaussé podrían alimentarse con sustrato comercial, pero tendría que traerse desde Canadá, elevando hasta 50% el costo, explicó Carlos Córdova, supervisor de Restauremos el Colorado.
Los trabajos también comprenden el retiro de pino salado, pues desplaza la flora nativa, hace los ríos salados, aunado a que tiene menor impacto ecológico porque no atrae tantas aves.
La alianza de organizaciones prevé alcanzar las mil 500 hectáreas de este bosque, por lo menos 25 cada año, para conectarse hacia el Golfo de México.