La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha sido declarada persona non grata por el Congreso de Perú, un hecho que resuena con el destino de su antecesor. Esta decisión se produce tras la concesión de asilo político a Betssy Chávez, ex primera ministra peruana, quien enfrenta cargos por su supuesta participación en un intento de golpe de Estado en 2022. La declaración del Congreso peruano se basa en la “inaceptable injerencia en asuntos internos del Perú” por parte de la mandataria mexicana.
Motivos de la Declaración
El Congreso peruano argumenta que las acciones de Sheinbaum y sus críticas hacia los sucesores de Pedro Castillo son una ofensa al sistema democrático del país. Fernando Rospigliosi, presidente encargado del Congreso, ha manifestado que las declaraciones de la presidenta mexicana “desprestigian a la nación peruana”. Este contexto resalta la tensión diplomática entre ambos países, exacerbada por el asilo otorgado a Chávez, quien es procesada por un “delito común”.
Implicaciones del Término “Persona Non Grata”
La figura de “persona non grata” se refiere a un individuo que ya no es bienvenido en un país. En el ámbito del derecho internacional, este término permite a un estado notificar a otro que un diplomático o representante extranjero debe abandonar su territorio. Esta medida, regulada por el artículo 9 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, se aplica en este caso a Sheinbaum, aunque no es común que se use contra jefes de Estado en funciones.
Contexto Diplomático y Reacciones
La declaración de persona non grata a Claudia Sheinbaum se suma a un historial reciente de tensiones diplomáticas entre México y Perú. En septiembre de 2023, el expresidente Andrés Manuel López Obrador también fue declarado persona non grata por Perú, lo que le llevó a evitar el espacio aéreo peruano durante una gira por Sudamérica. Este clima de hostilidad se intensificó tras la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países, anunciada el 3 de noviembre, en respuesta al asilo otorgado a la exfuncionaria peruana, lo que Sheinbaum calificó de “desproporcionado”.