En un contexto financiero complicado que ha impactado el presupuesto de la educación superior, el nuevo rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Leonardo Lomelí, ha subrayado la urgencia de implementar una reforma fiscal que permita incrementar la inversión en este sector crítico.
Durante una entrevista en EntreDichos con René Delgado, Lomelí alertó sobre una “política de reducción sostenida en el gasto público” que limita las capacidades de las instituciones mexicanas para competir a nivel global. Esto se evidencia en la reciente salida de la UNAM del ranking de las 100 mejores universidades del mundo según el QS World University Rankings 2026.
El rector expresó su optimismo al afirmar que, aunque actualmente la UNAM está fuera del top 100, es posible que regrese pronto, siempre y cuando se disponga de los recursos necesarios para apoyar las actividades de la institución que impactan directamente en los rankings. “Es una situación que exige pensar en una reforma fiscal en el corto plazo, ya que en el mediano podría ser demasiado tarde”, advirtió.
Lomelí también destacó que, aunque la UNAM no ha sido tan afectada como otras universidades, es imperativo aumentar el presupuesto en educación superior. “No hay un solo país en los últimos 70 años que haya logrado un desarrollo significativo sin invertir fuertemente en educación, ciencia y desarrollo tecnológico y cultural”, agregó.
El rector también enfatizó la importancia de consolidar las instituciones existentes antes de crear nuevas, para evitar un sistema de educación superior más heterogéneo, donde coexistan universidades de diferentes calidades.
Injerencia externa en la educación superior
Lomelí no solo se centró en la cuestión financiera, sino que también denunció la injerencia externa que ha afectado la UNAM, especialmente tras el asesinato de un estudiante en el Colegio de Ciencias y Humanidades Sur y los paros por amenazas de bomba. Esta situación es reflejo de la polarización social que vive el país.
El rector comentó que la universidad se ha convertido en un campo de disputa entre diversas ideologías, lo que resalta la necesidad de proteger la autonomía universitaria. “Las universidades son el lugar donde pueden surgir visiones alternativas”, concluyó.
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